Solo un 6,4% de los trabajadores españoles trabajó desde su casa en algún momento durante el año 2016, un porcentaje similar al del año anterior. Las cifras demuestran que el teletrabajo sigue sin ser una opción deseada en España tanto por trabajadores como por empresarios.
Según los datos de la Encuesta de Población Activa, de este porcentaje, sólo un 3,5% trabajó desde casa más de la mitad de sus días laborables y un 2,9% lo hizo de manera ocasional. Así las cosas, el 92,8% de los ocupados no trabajó ningún día en su domicilio particular, en línea con el 92,7% de la encuesta correspondiente a 2015. La encuesta mide también otra serie de variables como los motivos que llevaron a los trabajadores a elegir esta modalidad. Así, de un total de 280.900 ocupados optaron por trabajar a tiempo parcial para disponer de más tiempo para cuidar a personas dependientes, un 4,3% más que en el año anterior, y la gran mayoría de ellos fueron mujeres.
Según Philipp Weiser, fundador y director ingeniero de AnyDesk, el teletrabajo ofrece una gran flexibilidad y comodidad, a la vez que puede resultar muy eficaz. Pero para que sea un éxito, es necesario emplear un software de escritorio remoto adecuado y hacer un uso correcto del mismo.
En su opinión los cinco errores más habituales del teletrabajo son los siguiente y están relacionados con la utilización de una herramienta de escritorio remoto:
1. Descuidar la seguridad del software
Cuando se acceda de forma remota a informaciones y datos importantes de la empresa, la cuestión de la seguridad tiene una importancia vital. Los usuarios no pueden dejarse engañar por promesas publicitarias, sino comprobar detalladamente las cuestiones técnicas en cuanto a seguridad descritas por el proveedor. Una encriptación permanente, basada en un protocolo estándar, como, por ejemplo, el TLS -que se utiliza también para la banca online-, es imprescindible para realizar una conexión remota. Resulta igualmente necesario un procedimiento de autenticación seguro, para poder inhibir el acceso de terceros.
2. Mal uso de contraseñas y códigos de acceso
Siempre es conveniente tratar de proteger al máximo las contraseñas personales y los códigos de acceso, pero más cuando se utilizan sistemas de acceso remoto. Uno de los errores más comunes sigue siendo tener en una nota en la pantalla del ordenador contraseñas de acceso o bien tener una contraseña demasiado corta y muy simple. La mejor solución es seleccionar una contraseña propia y extensa para cada acceso; oraciones y frases ligeramente modificadas pueden memorizarse con facilidad y ofrecen un alto nivel de seguridad. También puede resultar muy útil el uso de un administrador de contraseñas.
3. Descuidar el rendimiento
Teletrabajo a través de Internet puede ser una experiencia fascinante y extremadamente práctica, pero también algo frustrante cuando aparecen latencias importantes y cuando las acciones se ejecutan con retraso en el ordenador remoto. A menudo, no es por culpa de la conexión a internet -que suele ofrecer un ancho de banda suficiente-, sino que el atasco más bien se produce por la propia aplicación de acceso remoto. Al elegir un software de escritorio remoto, los usuarios deberían tener en cuenta aspectos como la velocidad del fotograma, la latencia y también el volumen de datos transmitidos durante la conexión.
4. Saltarse el departamento de RRHH y el comité de empresa
Especialmente en empresas grandes, el teletrabajo puede conllevar cuestiones empresariales y de derecho laboral. ¿Existe en la empresa un acuerdo con respecto al tema de la oficina doméstica, por ejemplo, en forma de convenio colectivo? Las normas de protección de datos y otras cuestiones regulatorias también tienen importancia y es necesario evaluarlas previamente para evitar problemas.
5. Manejo claro y fácil
El teletrabajo mediante escritorio remoto sirve realmente cuando funciona de forma simple y sin grandes obstáculos, sobre todo, si sus usuarios no son expertos informáticos. Así, se agradece que la solución de acceso remoto sea de manejo claro y fácil, y que contenga solo los features necesarios, de manera que las funciones más avanzadas o para usuarios profesionales como administradores o informáticos queden reservadas para estos y no hagan más pesada la solución de forma innecesaria.