El futuro del sector de la movilidad es ya casi una realidad. En este nuevo contexto, el concepto de movilidad va mucho más allá de los vehículos, contemplando otros factores como el rol de las ciudades, las sinergias entre sector público, privado y ciudadanía, y, por supuesto, la sostenibilidad, la inclusión y la inteligencia. El objetivo está en lograr ciudades más eficientes, sostenibles y habitables teniendo siempre como centro de todas las estrategias a las personas.
Se trata de adaptar las ciudades para dar cabida a la nueva movilidad en las que los medios contaminantes serán sustituidos por otras alternativas. Ciudades en la que personas, edificios y vehículos estén conectados entre sí, a través de sensores, datos y sistemas de inteligencia, son tan solo un abrebocas de lo que depara el futuro. Y es que la aplicación e integración de tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial, el blockchain y los avances en software en el ámbito de la movilidad, ha generado diversas soluciones innovadoras que están impulsando la transformación del sector. No obstante, en este panorama en el que la tecnología será la protagonista, surgen algunos retos que se deben valorar de cara a afrontar este futuro. Entre ellos, la ciberseguridad, el cambio de mindset de la ciudadanía, la sostenibilidad, los retos relativos a las regulaciones o el futuro de las marcas tradicionales o la incorporación de los gigantes tecnológicos y nuevos players en el sector.
Pero ¿qué pasos hay que tomar para hacer de la movilidad urbana un proceso de transición inteligente? La respuesta a estas y otras cuestiones se incluyen en el informe “The Future of
Mobility: en busca de una transición inteligente”, realizado por The Valley. Un documento que analiza todas las tendencias que están impactando en el futuro del sector y los
factores a tener en cuenta a la hora de hablar de su transición.
1. Las ciudades también deben adaptarse al servicio de la nueva movilidad
Los entornos sostenibles, eficientes y habitables son el reto de las ciudades del futuro o smart cities, en las que las personas son el centro de todo, la tecnología es el hilo conductor y otros factores como la seguridad, la eficiencia y la movilidad inteligente son también clave. En este sentido, para repensar el rol de las ciudades, en términos de movilidad, se deben tomar en cuenta tres ámbitos:
Nuevas infraestructuras. Se trata operar con información para poder anticiparse ante obstáculos, mejorar el tráfico y favorecer la movilidad inteligente garantizando la sostenibilidad. Un ejemplo serían los robots inteligentes de carga de automóviles, que detectan cuánta electricidad necesita un vehículo estacionado y se desplazan de forma autónoma hasta el mismo para cargarlos. Son ya también una realidad los mapas digitales que indican la ubicación de las estaciones de carga de vehículos eléctricos en las ciudades.
Walkability. En las nuevas ciudades, se valora especialmente la posibilidad de que las personas puedan desplazarse de un lugar a otro caminando y sin necesidad de usar medios de transporte. Entre otras ideas está la creación de infraestructuras verdes en las ciudades, o la toma de decisiones basada en datos para crear entornos urbanos sostenibles.
Interacción. La hiperconectividad entre los distintos elementos de la movilidad, como vehículos, ciudades, infraestructuras y personas, será clave en este entorno. En este sentido, han aparecido herramientas innovadoras como un modelo de visualización de carreteras en 3D que ayuda a los coches autónomos a orientarse en un carril, o un sistema de IoT que permite advertir a los conductores, con antelación, de peligros que se puedan encontrar en sus trayectos para que estén prevenidos.
2. Las personas como eje vertebrador del futuro del sector
El futuro de la movilidad se dirige hacia un nuevo paradigma en el que las personas y sus experiencias son el centro de todo. Y en ese sentido, impactan dos vertientes:
Nuevos valores de los ciudadanos y consumidores. Las nuevas generaciones comienzan a participar en la industria automotriz y con ello, esta se va adaptando hacia sus demandas, entre las que se incluyen la individualización, la reputación de marca, la conectividad, el impacto medioambiental y la seguridad. Entre las soluciones más innovadoras en este sentido, surgen nuevos medios eléctricos de micro movilidad, o un sistema de seguridad basado en Inteligencia Artificial que monitorea a los pasajeros a través de una cámara y alerta si el conductor se distrae o muestra somnolencia.
Mobility As a Service. Un parasol que detecta los ojos del conductor y oscurece la zona para mejorar su visión al conducir, un espejo retrovisor con una cámara integrada para eliminar los puntos ciegos, una aplicación móvil para convertir cualquier vehículo en “smart”, una silla de ruedas con sensores para facilitar la movilidad de las personas con limitaciones o un sistema tecnológico con radares y sensores que permite abrir las puertas del coche de forma automática. Estas son tan solo algunas de las soluciones más innovadoras que surgen para ayudar a las personas en su día a día.
3. Los cuatro grandes ámbitos de innovación de la movilidad
La diversidad reina el sector en el que van apareciendo nuevos ámbitos de innovación como los vehículos eléctricos, autónomos, aéreos y la logística de última milla. No obstante, su evolución se condiciona a diversos retos a nivel de seguridad, tecnología, infraestructuras o legislación.
Vehículos eléctricos. Bicicletas eléctricas con reconocimiento fácil, comandos de voz o pantallas inteligentes; triciclos que incorporan paneles solares y que funcionan con energía
solar; y otros vehículos completamente eléctricos, autónomos y con diseños futuristas, son algunos de los conceptos más innovadores que han ido surgiendo. Cabe destacar también otras ideas como un taxi eléctrico autónomo, servicios de transporte “on demand” de vehículos eléctricos, coches que hablan o vehículos aptos para veganos.
Vehículos autónomos. Las empresas tecnológicas o de automoción están trabajando en mejorar la tecnología de los vehículos autónomos haciéndola más segura y cómoda para los usuarios, además de ofrecer otras soluciones innovadoras como los robotaxis autónomos que no cuentan con volante ni pedales. En este sentido, aparecen otros avances como el poder comunicarse con el coche mediante seguimiento ocular o un sistema de inteligencia que permita al coche interactuar con sus pasajeros.
Innovaciones aéreas. El futuro está en la movilidad por el aire. Se habla ya de la fabricación de taxis aéreos eléctricos, que se puedan solicitar desde el móvil, para trasladar pasajeros,
o de las bicicletas voladoras con capacidad de despegue y aterrizaje vertical. Para ello, se están trabajando nuevos programas que den respuesta a los retos de autonomía, gestión del tráfico y seguridad del transporte aéreo.
Logística de última milla. El futuro del transporte de mercancías se revoluciona con nuevas formas de distribución como las cápsulas subterráneas para entregar pedidos online desde los centros de distribución; los vehículos autónomos con sensores y cápsulas intercambiables para transportar personas o mercancías; o una tecnología que permita a los repartidores dejar los paquetes en el maletero del automóvil.