Invertir bajo criterios ESG está de moda. Las gestoras diseñan y lanzan al mercado vehículos de inversión que incorporen criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno mientras que los inversores los demandan cada vez más y los asesores estarán obligados a preguntar a sus clientes si quieren que sus inversiones tengan un impacto en este sentido.
Sin embargo, este ímpetu hacia la inversión sostenible choca de plano con la realidad. Según el estudio «Universo de fondos ESG en España» realizado por Natixis AM, poco más de la mitad de las carteras conservadoras podrían replicarse a través de fondos ESG. En otras palabras, la mayoría de los inversores españoles no podrían convertir sus carteras actuales en inversiones sostenibles por una sencilla razón: no hay producto en el mercado.
La cosa va cambiando si nos fijamos en una cartera moderada ya que ahí el 66% sí podría replicarse en una cartera sostenible y, en el caso de una cartera agresiva, el 73% es perfectamente replicable. En conclusión, actualmente solo los inversores más dinámicos o agresivos podrían encontrar vehículos de inversión sostenibles en el mercado. “Las carteras agresivas son más fáciles de replicar porque en su mayoría están compuestas por renta variable, que es el activo más fácil de copiar al contrario que los fondos alternativos y los mixtos, los cuales aún no tienen sus homólogo bajo criterios ESG”, explica Juan José González de Paz, consultor senior de Natixis AM
Otro de los hallazgos de este estudio es que, al comparar el riesgo de ambos tipos de carteras, en las que incorporan criterios ESG se percibe una ligera reducción del riesgo y un mayor rendimiento que en el caso de una cartera moderada.
Sin embargo, a pesar de que en España hay muy pocos fondos ESG domiciliados, los expertos de Natixis señalan que para ellos se trata de un tema estratégico. “No es un tema de moda o marketing, creemos que va a ir a más y queremos que el mundo financiero cambie”, explica Sophie del Campo, directora general de Natixis Global AM Iberia. «Hemos observado un creciente interés por los inversores españoles en los fondos ESG y, de hecho, el 75% desea que sus inversiones reflejen sus valores y el 68% quiere ejercer un impacto social positivo», concluye del Campo.