La división de Banca Privada de HSBC en Suiza ha acordado pagar 12,5 millones de dólares a la SEC para resolver los cargos por haber violado las leyes federales de valores por la prestación de servicios de corretaje y asesoría de inversiones transfronterizas sin registrarse a clientes estadounidenses, tal y como informó la SEC este martes.
Según el regulador, gerentes de relaciones de HSBC Private Bank viajaron a Estados Unidos para buscar clientes, asesorarles sobre inversiones y mover a realizar operaciones de valores, a pesar de no estar registrados para prestar servicios, ni registrados a través de un Registered Investment Adviser (RIA) o bróker dealer. Asimismo, la SEC alega que éstos se comunicaban directamente con clientes de Estados Unidos vía correo y correo electrónico.
“La unidad de banca privada suiza de HSBC llevó a cabo de manera ilegal negocio de asesoría e intermediación con clientes de Estados Unidos”, dijo el director de la División de Cumplimiento de la SEC, Andrew J. Ceresney.
Según explica la SEC en el comunicado, HSBC Private Bank y sus predecesores comenzaron a proporcionar servicios de corretaje y de asesoría cross-border en Estados Unidos hace más de 10 años, acumulando hasta 368 cuentas de clientes de Estados Unidos y fees por unos 5,7 millones de dólares. En 2010, el banco se retiró del negocio transfronterizo de Estados Unidos, y casi la totalidad de las cuentas de los clientes estadounidenses fueron cerradas o transferidas para finales de 2011.
HSBC Private Bank, que admitió la fechoría, emprendió iniciativas de cumplimiento para gestionar y mitigar el riesgo de violación de las leyes de valores de Estados Unidos. La entidad creó una mesa de América del Norte para consolidar a los clientes estadounidenses que representa, así como un número menor de gerentes de relaciones y servir a estos de una manera que no infrinja las normas y los requisitos de registro. Sin embargo, la medida resultó insuficiente pues los gerentes se mostraron reacios a transferir los clientes a la mesa de América del Norte. Como resultado, las cuentas estadounidenses que deberían haber cerrado permanecieron abiertas.
“Los esfuerzos de HSBC Private Bank para prevenir violaciones de registro fracasaron finalmente porque sus iniciativas de compliance no se aplicaron o supervisaron efectivamente”, dijo Ceresney.