Banco Santander ha reabierto su oficina de Banca Privada, ubicada en unos de los edificios más emblemáticos de Zaragoza, en el Paso de Sagasta, nº2 (en la esquina con Gran Vía). Dispone de seis amplias salas, una de ellas con capacidad para más de 15 personas, equipadas con los medios tecnológicos más actuales, para reuniones tanto presenciales como telemáticas. Además de un Working Lounge, con zona de café, para mantener reuniones de trabajo con los clientes de forma mucho más distendida.
La oficina está formada por un equipo de 17 profesionales de Banca Privada, con una media de 15 años de experiencia en el sector y altamente cualificados.
Al acto de inauguración han acudido clientes del banco, además del nuevo responsable de Santander Private Banking España, Víctor Allende; así como Javier Gallardo, director territorial de Banco Santander en Aragón, Navarra y La Rioja; Javier García Gómez, director adjunto de Banca Privada de la entidad en España, y la directora comercial de Banca Privada en Aragón, Navarra y La Rioja, Gemma Bonet, quien ha manifestado que “el objetivo con estas nuevas instalaciones es dar un valor añadido de confort y avance tecnológico a la interacción diaria con nuestros clientes”.
Santander Private Banking cuenta con dos oficinas y más de 5.000 clientes en el territorio aragonés. “El core de nuestro negocio sigue siendo la gestión delegada y el asesoramiento independiente, donde seguimos creciendo cada año. A septiembre, un 30% más, en cada uno de los apartados, respecto al año anterior”, ha detallado Gemma Bonet.
Santander Private Banking es la marca especializada del segmento de Banca Privada de Santander en España, que incluye aquellos clientes con un patrimonio financiero depositado en la entidad por encima de los 500.000 euros. El acceso a este servicio se realiza a través de un banquero privado, con una oferta de productos y servicios especializados que cubre todas las necesidades patrimoniales del cliente, con el objetivo de aumentar su vinculación y reforzar la confianza a largo plazo entre el cliente y el banco.
Esto se traduce en el apoyo en aspectos tan sencillos como las transacciones del día a día o en operaciones de financiación o gestiones más complejas, como el asesoramiento y la gestión del patrimonio o la planificación sucesoria, entre otras. Todos ellos constituyen algunos de los principales servicios especializados que presta un equipo con experiencia en el sector y titulación EFPA.