Más de 300 millones de personas sufren problemas derivados de una mala salud mental, lo que supone para el sector empresarial una pérdida importante, que, en el año 2017, se cifró en 246 billones de dólares a nivel mundial. Así se desprende del informe “8 tendencias para ejecutivos 2019″, elaborado por Page Executive, cuyos resultados prueban la necesidad de crear herramientas que permitan conformar ambientes de trabajo saludables para los altos directivos.
La importancia de hablar sobre la salud mental
Hoy en día existe todavía un importante estigma a la hora de hablar de la salud mental y los problemas que puede conllevar. Según los datos del estudio, la reticencia de los trabajadores a hablar de su salud mental puede llevar a que terminen trabajando en malas condiciones, lo que en última instancia
impacta en una reducción de su productividad, que puede afectar a la competencia y sostenibilidad de la empresa.
Es más, de acuerdo con las investigaciones realizadas, los trabajadores consideran que tratar estos temas puede ser perjudicial para su carrera (36%), que serán rechazados por sus compañeros (20%) y que puede terminar reflejando una imagen equivocada de ellos al verse incapaces de realizar adecuadamente su trabajo (34%). Además, del 50% de los trabajadores que han experimentado problemas con su salud mental y han acudido a sus superiores, uno de cada cinco asegura haberse sentido incomprendido y no cree haber solucionado nada. “Frente a esta situación, la solución pasa necesariamente por crear herramientas adecuadas que ayuden a dar visibilidad a estos problemas y permitan ofrecer soluciones claras para reducir los niveles de estrés y ansiedad en las empresas”, explica Miguel Portillo, executive director de Page Executive España.
A más responsabilidad, más posibilidades de sufrir estrés, ansiedad o depresión
Si los problemas de ansiedad, depresión y estrés son frecuentes entre los trabajadores en las empresas, los niveles se incrementan al hablar de directivos. De acuerdo con el informe “Mental Health at Work” de la organización Business in the Community, existe una relación entre autoridad y depresión que implica un riesgo dos veces mayor para CEOs y altos directivos. El principal motivo es que los profesionales de alto nivel suelen trabajar más horas, tienen más presión para dar ejemplo y disponen de muy poco tiempo libre, lo que, a la larga, implica dejar de lado su propia salud mental.
Ante esta situación, los expertos insisten en que la solución pasa por alentar a los altos directivos a hablar de manera segura de su salud mental, y entender que la depresión y el estrés son problemas normales, que pueden tratarse.
¿Qué se puede hacer para solucionarlo?
Desde una perspectiva individual, los expertos de Page Group proponen una serie de recomendaciones: dormir bien, alimentación sana, deporte, meditación y vida social, para poder trabajar de manera más enfocada y calmada.
De cara a las empresas, es importante primeramente crear una cultura empresarial abierta y de confianza, que apoye a sus trabajadores, independientemente de su puesto y responsabilidad. Hay una serie de puntos fundamentales de cara a que las empresas puedan motivar a sus trabajadores, acercarse a ellos y, a la larga, mejorar su calidad de vida en el trabajo: escucharlos, para que se sientan reconocidos y más motivados; promover la conciliación personal con horarios más flexibles y óptimos; incorporar actividades lúdicas para ayudar a la relajación y reducir el estrés; o incluir actividades como el yoga o la meditación para a poder afrontar las dificultades con mayor calma y serenidad.
Otras empresas pueden incluso ofrecer intercambios temporales con otros países, confeccionar planes de carrera a medida del empleado, u ofrecer formaciones externas que permitan al trabajador parar de trabajar temporalmente.
En este sentido, a pesar de que todavía quedar mucho camino por recorrer, es cierto que son varias las empresas que, conscientes del impacto de la salud de sus empleados en la productividad de su compañía, están iniciando programas para fomentar entre sus profesionales una vida sana y equilibrada. “Muchas empresas están optando por programas dedicados a la meditación, el mindfulness, talleres o charlas sobre la importancia de la vida sana, ayuda para dejar hábitos no saludables, masajes para los dolores de espalda o incluso psicólogos que se desplazan a las empresas”, concluye Portillo.