Pese a que la fiscalidad no debería ser el motivo principal para decantarse por un determinado producto de inversión, saber cómo tributa cada producto financiero ayuda en gran medida a planificar mejor las finanzas personales, explican en Abante.
A partir del próximo 2 de abril todos los contribuyentes podrán presentar su declaración de la renta correspondiente al ejercicio 2018. Se acerca el momento de saldar cuentas con Hacienda y de poner en perspectiva todas las finanzas y las rentas o pérdidas que se hayan obtenido en 2018.
Los impuestos que la gente paga por sus inversiones afectan directamente a la rentabilidad que se obtienen por estas. Por ello, para evitar que el dinero mengüe, es necesario realizar un ejercicio de planificación financiera que no sólo tenga en cuenta las metas personales, el patrimonio y el nivel de gasto y ahorro, sino también la parte fiscal de cada inversión.
La fiscalidad de los productos financieros
Los vehículos de inversión tributan en el IRPF en la base del ahorro-a un tipo marginal que oscila entre el 19% y el 23% como rendimientos de capital mobiliario o como ganancias o pérdidas patrimoniales. Los únicos que tributan en la base general, como si fueran rentas del trabajo, son los que están relacionados con la jubilación, como los planes de pensiones, los planes de previsión asegurados (PPA), seguros de dependencia y algunos seguros colectivos.
Los rendimientos del capital mobiliario (RCM) son las rentas procedentes de elementos patrimoniales, bienes o derechos de naturaleza mobiliaria de los que el contribuyente es titular y que no están afectos a actividades económicas y se calcula según el tipo de rendimiento. Los obtenidos por la participación en fondos propios e intereses, cupones y otras remuneraciones por cesión a terceros de capital (RCM= importe bruto de la contraprestación -dinero recibido + retención si existe-), los obtenidos por la transmisión, reembolso, amortización, canje o conversión de activos representativos de la utilización de capitales ajenos (RCM= precio venta – precio de compra – gastos asociados a la venta y la compra).
Respecto a los procedentes de seguro de vida o invalidez, su cálculo es diferente según la forma y el momento en el que se reciba la prestación. Si es en forma de capital, el RCM se obtiene restando las primas aportadas a la prestación recibida; mientras que si es en forma de renta el RCM resulta del porcentaje de la renta. Finalmente, las ganancias o pérdidas patrimoniales (GPP) son las variaciones en el valor del patrimonio del contribuyente cuando se cambia la composición de este, si la renta no está sujeta a impuesto por otro concepto el GPP viene dado por la diferencia ente el precio de venta y el precio de compra junto con los gastos asociados a la venta y la compra.
¿Tienen retención los productos financieros?
Las retenciones son los anticipos que se le hacen a Hacienda por las rentas obtenidas en el ejercicio. De esta forma, cuando se reealiza la declaración -entre abril y junio del año siguiente- puede decucirse, del total, las retenciones que se hayan aplicado. Así, si el importe de la retención es mayor que lo que se debe pagar, Hacienda devolverá el exceso y viceversa.
No todas las rentas tienen retención. Hay productos financieros como las letras del tesoro, ETFs, derivados y divisas que no están sujetas a retención, mientras que hay otros productos que tienen dos fuentes de renta -rendimientos explícitos e implícitos-, en los que solo la renta explícita está sujeta a retención. Es el caso, por ejemplo, de las acciones, en las que el dividendo tiene retención, pero la venta no. Lo mismo sucede con los intereses de las cuentas y depósitos o los cupones de los bonos.
Por otro lado, los productos que solo tienen una fuente de renta, como los fondos de inversión, los seguros de vida, los pagarés de empresa, los bonos cupón cero y los planes de pensiones, siempre tienen retención.
En las retenciones se aplica el tipo impositivo del 19%, a excepción de los planes de pensiones, en los que la retención se calcula en función de la escala marginal del contribuyente y del importe que se haya rescatado.
Reglas de integración y compensación de las rentas de la base del ahorro
En el IRPF se recogen todas las rentas obtenidas por un contribuyente. La base imponible es la valoración monetaria del hecho imponible y comprende la base general, en la que tributan, por ejemplo, los rendimientos del trabajo, y la base del ahorro, donde se encuentran la mayoría de los productos financieros (además, tiene un tipo impositivo más bajo). Saber en dónde y cómo tributa cada producto es fundamental cuando se quiere compensar las rentas.
¿Cómo se compensan las rentas de la base del ahorro?
Primero se compensan entre sí los saldos positivos y negativos de los rendimientosdel capital mobiliario que hemos tenido durante el año fiscal. Si tras esa operación continúa habiendo saldo negativo en el capital mobiliario, se puede compensar con el saldo positivo de las ganancias y pérdidas patrimoniales, con un límite del 25%. Finalmente, si todavía queda saldo negativo, tenemos los cuatro ejercicios siguientes para compensarlo, siguiendo el mismo orden descrito anteriormente.
Por su parte, las pérdidas patrimonialesse pueden compensar con las ganancias patrimoniales de dicho año. Si el resultado es negativo, se podría compensar con el saldo positivo de las rentas del cuadro uno, con un límite de dicho saldo positivo del 25%. Como en el caso de los rendimientos del capital mobiliario, si el saldo continúa siendo negativo, podemos compensarlo en los cuatro ejercicios siguientes, siguiendo el mismo orden.
Los fondos de inversión en el IRPF
Los fondos de inversión sólo tributan cuando se produce el reembolso, es decir, cuando se saca el dinero propio, pero nunca mientras se sigue siendo partícipe ni cuando se traspasa el dinero a otro fondo.
La ganancia o pérdida patrimonial que se haya percibido tributa en la base del ahorro, entre el 19% y el 23%, según la cantidad. El 19% hasta 6.000 euros; el 21% entre 6.000 y 5.000 euros y, por último, el 23% a partir de 50.000 euros.
¿Cómo se valora la renta?
Al calcular la ganancia patrimonial, es importante recordar que se utiliza el sistema FIFO (First in, first out), lo que significa que se venden primero las participaciones más antiguas. El resultado que se ha de incluir en la declaración es el siguiente: precio de venta – precio de compra – gastos venta/compra (comisión de suscripción y reembolso).