La consultora de gestión global Oliver Wyman Wealth Management y la entidad financiera Deutsche Bank han publicado su cuarto informe anual sobre gestión patrimonial. Bajo el título «Global Wealth Managers: Out of the pit stop – into the fast lane», el informe proporciona una visión general de las tendencias en la industria y sus perspectivas sobre los desarrollos futuros.
El informe señala que el crecimiento de los altos patrimonios (high net worth, HNW) se redujo al 4% en 2018, año en el que los gestores patrimoniales se enfrentaron a diversas eventualidades: un menor crecimiento de los activos bajo gestión, mercados más desafiantes y una presión constante sobre las comisiones del negocio de la gestión de patrimonios. La presión sobre los ingresos sufrida a finales de 2018 revela la continua vulnerabilidad de los modelos operativos ante el estrés del mercado y, aunque el rebote experimentado en 2019 trajo consigo cierto alivio, es inevitable que termine produciéndose una mayor presión a medida que el fin de ciclo se acerca.
Pablo Campos, co director de Oliver Wyman Iberia, aseguró que “para lograr un crecimiento por encima de la media, trabajar en los mercados desarrollados no será suficiente. Los mercados emergentes son el motor para el crecimiento en el futuro, ya que el sector continúa enfrentándose a presiones sobre los márgenes y los costes en los mercados desarrollados».
El informe de Oliver Wyman destaca las siguientes prioridades:
Asia-Pacífico. Los gestores de patrimonio han de permanecer alerta ante los desarrollos en mercados offshore como Hong Kong y Singapur, al tiempo que crece el reto para aumentar la escala. Mediante la implementación de cambios estructurales, es el momento de valorar la entrada en China Continental. Además, han de situar apuestas descentralizadas en el resto de mercados del sudeste asiático para reaccionar a las reformas regulatorias, al tiempo que consideran diversos modelos de entrada a mercados para optimizar el coste.
Latinoamérica. En la región han de centrarse en resolver los retos operacionales, técnicos y regulatorios para proporcionar una experiencia sin fisuras a sus clientes, tanto en mercados offshore como onshore. Además, deben guiarles en su camino hacia estrategias de inversión más sofisticadas, así como hacia un mayor entendimiento del riesgo, dado el entorno de bajos intereses.
Simplificación del modelo operativo
El rebote del mercado en el primer trimestre de 2019 ha dado a los gestores una última oportunidad para mejorar la eficiencia de su modelo operativo y ajustar su base de costes antes de una eventual desaceleración.
Los costes asignados continúan siendo obstinadamente altos, algo que debería afrontarse mediante la disminución del consumo de servicios grupales. Los gestores necesitan enfocarse en el entendimiento y manejo de la asignación de costes, así como en el establecimiento de una cultura de propiedad de los mismos para comenzar a dirigir su asignación.