Simplificar la cartera de inversión en fondos: puede ser, como tantos otros, un buen propósito de año nuevo. El motivo es que la facilidad operativa que supone la inversión en fondos, que permite comprar productos que invierten en subyacentes de muchos tipos, unida a la cada vez mayor oferta de las entidades financieras, se convierte muchas veces en una trampa. “El inversor, en demasiadas ocasiones, se encuentra con una cartera que no coincide en nada con el objetivo perseguido”, explican en Morningstar.
Para obtener mejores resultados y evitar complicaciones, en la entidad de análisis recomiendan simplificar las carteras de fondos. Morningstar ofrece varios consejos para conseguirlo.
La primera recomendación es invertir de forma selectiva. “Hay varias estrategias que puede adoptar el partícipe de fondos de inversión para simplificarse la vida. La primera de ella es evitar tener una cartera invertida en un número demasiado elevado de fondos (más de diez fondos tiene poco sentido para el inversor particular). Los buenos gestores suelen tener carteras concentradas en un número relativamente pequeño de compañías que conocen a la perfección. Además, tener pocos fondos en cartera facilita el seguimiento de los mismos. Lo importante no es la cantidad sino la calidad”, dicen en Morningtar.
Su segundo consejo es quedarse con lo mejor de la cartera. “Si tiene muchos fondos en cartera (más de diez), lo más probable es que posea varios fondos de la misma categoría. Salvo en casos muy concretos, como los fondos de gestión alternativa, los fondos mixtos, los fondos pequeña capitalización, etc, los fondos de una misma categoría suelen comportarse de la misma manera, por lo que tener varios fondos idénticos o casi idénticos no aporta nada a la diversificación”. Por ello, explican que lo más lógico es comparar esos fondos entre ellos y quedarse con el mejor, considerando aspectos como la rentabilidad obtenida, el riesgo asumido, el estilo de inversión y las comisiones.
La tercera sugerencia de Morningstar es invertir de forma diversificada. La diversificación no depende del número de fondos sino de las propiedades de cada uno de ellos. Partiendo del principio de que una cartera diversificada es más recomendable que una que no lo es, algunas alternativas son elegir fondos que, de por sí, estén diversificados (por ejemplo, para la parte de renta variable, fondos de acciones globales que tengan una amplia distribución de su cartera en los principales sectores de la economía o de distintas partes del mundo), o escalonar en el tiempo las compras de participaciones.
Otro consejo, indexarse. “Una forma muy cómoda de invertir es hacerlo a través de un fondo índice. Una de las grandes ventajas de estos fondos, además de las menores comisiones de gestión y depósito, es que ofrecen al inversor una exposición global a un determinado mercado”, explican.
Evitar hacer trading es otro de los consejos, porque comprar y vender fondos para intentar aprovecharse de las tendencias a corto plazo de los mercados puede, y suele, saldarse con pérdidas. “Un punto que caracteriza a los mejores gestores es su compromiso a largo plazo con los valores o empresas en los que invierten. Siguen fiel a su estrategia hasta recolectar los frutos de sus decisiones y no suelen “saltar” de un valor a otro buscando la ganancia rápida. Son conscientes de que las cotizaciones fluctúan mucho más que el valor de las empresas. La rotación de sus carteras suele estar muy por debajo de la media del mercado, particularidad que redunda en unos menores costes para el partícipe”, explica Morningstar.