Según el Credit Suisse Investment Outlook 2020, los inversores podrían afrontar en 2020 numerosos eventos imprevistos y mercados volátiles, pero la economía mundial y los activos de riesgo deberían mostrarse resistentes. Credit Suisse prevé para la economía mundial un crecimiento moderado del 2,5%, pero no un riesgo de recesión.
En este contexto de menor ritmo de crecimiento, Credit Suisse espera modestas rentabilidades de un solo dígito en los principales mercados de renta variable. Además, una campaña presidencial polarizada en los EE.UU., la presión sobre los márgenes, la alta deuda corporativa y menos recortes de las tasas de interés por parte de los principales bancos centrales -sin mencionar los desarrollos políticos inesperados–, probablemente pondrán a prueba los nervios de los inversores en 2020.
Incluso si se alivia la guerra comercial entre EE.UU. y China y disminuye la incertidumbre sobre el Brexit, las inversiones a lo largo de 2020 requerirán una diversificación prudente de la cartera, orientada hacia áreas de mayor rentabilidad.
Según apunta Nannette Hechler-Fayd’herbe, responsable global de Research y CIO de Credit Suisse Banca Privada, ”prevemos un crecimiento económico moderado, una continuación de condiciones de liquidez acomodaticias y un relajamiento de las tensiones geopolíticas. A medida que disminuya la guerra comercial entre EE.UU. y China debería mejorar la confianza de las empresas, impulsando los sectores y valores orientados al crecimiento”.
Mercados financieros
Para Credit Suisse, las acciones siguen ofreciendo una atractiva ventaja de rentabilidad frente a los bonos de bajo rendimiento. A nivel sectorial habla de tecnologías de la información (TI) como uno de los pocos sectores de alto crecimiento. Las finanzas también son atractivas, ya que la esperada mejora de las perspectivas cíclicas originará probablemente una mayor rotación en ese sector en el primer semestre de 2020.
Respecto a la renta fija, su análisis para el próximo año muestra que “los rendimientos de muchos de los bonos de mayor calidad serán muy probablemente negativos en 2020 y más allá. Sin embargo, se espera que una serie de segmentos de calidad intermedia ofrezcan rendimientos razonables”. Además, considera que la mayor parte de la deuda en moneda fuerte de los mercados emergentes también debería lograr sólidos rendimientos.
“En las inversiones alternativas, la mayoría de las inversiones en bienes raíces deberían seguir generando rendimientos moderadamente positivos. Se prefieren las inversiones directas en bienes raíces, ya que las tasas de interés más bajas aún no parecen estar totalmente reflejadas en el precio”, sostiene en su documento de perspectivas para 2020.
Otra de las consideraciones que hace es que los productos básicos han seguido una evolución muy divergente el pasado año y la ralentización de la producción industrial ha afectado especialmente a los productos básicos cíclicos. “De cara al futuro se espera que disminuya esta divergencia. Si bien es probable que los precios del oro se consoliden, los precios del petróleo podrían enfrentarse a un período de debilidad antes de recuperarse finalmente”, estima.
Sobre esta perspectivas, Michael Strobaek, jefe global de inversiones de Credit Suisse, apunta: “En un entorno de rendimientos más bajos durante un periodo prolongado, un marco de activos múltiples permite a los inversores aprovechar los bolsillos de valor en los mercados de bajo riesgo, mientras aumentan los rendimientos esperados al invertir en acciones y se buscan inversiones menos convencionales de ingresos fijos. Creemos que este enfoque será beneficioso en 2020”.