BlackRock ha organizado en el Casino de Madrid su primer encuentro dedicado exclusivamente a la banca privada española, “BlackRock Wealth Pulse”, donde se han presentado las principales conclusiones del estudio realizado por la firma estadounidense en España este otoño. En el evento, que contó como ponentes con directivos de BlackRock, Santander Private Banking, Abante Asesores Asset Management y CaixaBank, se analizó cómo la regulación impactará en el sector y cómo podría transformar los modelos de distribución de la banca privada.
Durante el primer panel, “Revolution, not evolution”, se analizaron los próximos retos a los que la industria de wealth management debe enfrentarse durante los próximos años. El panel fue dirigido por Aitor Jauregui, responsable de desarrollo de negocio de BlackRock para Iberia, y contó con la participación de Iván Pascual, responsable de wealth para Latinoamérica e Iberia de BlackRock, y Marc Pilgrem, responsable de estrategia del negocio de iShares para BlackRock EMEA.
Pascual aseguró que “nos enfrentamos al mayor fenómeno transformacional de la industria”. De su intervención destacan como claves los siguientes tres retos:
- La alineación global de los reguladores: Se observa una clara vocación unánime y global por parte de los reguladores para dar un enfoque cada vez más fiduciario y transparente al servicio de asesoramiento financiero;
- La comprensión en márgenes: La primera vía para hacerle frente pasa por construir un nuevo proceso comercial donde el cliente perciba que se le está solucionando su necesidad financiera y que se le está proporcionando un valor añadido. La segunda hace referencia a la necesidad de combinar gestión activa y pasiva;
- Revolución tecnológica: La inversión en tecnología será indispensable para profesionalizar, armonizar y mejorar la gestión de carteras. Además, ayudará al asesor financiero a disponer de herramientas más sofisticadas para poder explicar mejor la evolución de las inversiones de su cliente. Finalmente, el papel de los roboadvisors va a ser determinante en el desarrollo de la industria. Su crecimiento vendrá de grandes plataformas que ya están entrando en este ecosistema y que aprovecharán su desarrollo tecnológico.
Desde un punto de vista más global, Pilgrem añadió que “los cambios regulatorios en el modelo de banca privada ya implantados en ciertos países europeos han sido drásticos y les han llevado a definir una nueva proposición de valor que encaje con cada cliente” y explicó que para llevarlos a cabo ha sido “necesaria una transformación en toda la industria ya que los desafíos son diversos y muy complejos”.
Jauregui apuntó que los próximos años serán testigos de “la mayor transformación de la industria wealth management”, ya que “MiFid II está cada vez más cerca y es innegable que generará nuevas oportunidades”.
La segunda mesa redonda, “Presente y futuro de la banca privada española”, presentada por Begoña Gómez –miembro del equipo de ventas de BlackRock en España– contó con la participación de Iñigo Gallastegui, director de producto y asesoramiento de Santander Private Banking, Pedro Real de Asúa, estratega de inversión para Banca Privada y Banca Premier de CaixaBank y Joaquín Casasús, socio fundador, director general de Abante Asesores Asset Management. En dicha mesa se analizaron las tendencias del sector, la llegada de MiFid II y se desglosaron las oportunidades y desafíos que puede traer estos nuevos cambios regulatorios dentro de la banca privada española.
Gallastegui aseguró que MiFiD II debería suponer un “cambio progresivo. Está claro que este nuevo escenario, que consideramos que vendrá en enero de 2018, traerá nuevos cambios. Entre ellos la transparencia y el reto para el sector en su conjunto será la forma en la que será implantada esta nueva regulación”.
El modelo mixto, en el que se combina el modelo independiente y no independiente, probablemente será la solución más elegida por las entidades de banca privada españolas. En opinión de Pedro Real de Asúa, “la mayoría del sector optará por impulsar la gestión discrecional ya que será el vehículo que mejor encajará en la gran mayoría de nuestros clientes. El asesoramiento más personalizado seguramente será más reducido y su modelo será algo más ambiguo, pero hasta que no tengamos toda la información es difícil definirse”.
La tecnología y su uso, no sólo para distribución sino también para la gestión, será la próxima tendencia de la banca privada en España, o así lo consideran las entidades españolas preguntadas por BlackRock. Casasús afirma que “el tiempo es un recurso muy limitado. La tecnología debe facilitar la realización de aquellas tareas más burocráticas, liberando tiempo para que el asesor pueda centrarse en el cliente”, disponer de más tiempo por cliente, “nos permite añadir un valor añadido más significativo”.
Gestión activa y pasiva
Finalmente, uno de los impactos más relevantes a la hora construir las carteras será la creciente combinación de gestión activa y pasiva. De hecho, es una tendencia que ya se refleja en los flujos. Así, podemos observar entradas en dos tipos de productos dando lugar al llamado reloj de arena o hourglass:
- High conviction alpha: fondos de gestión activa dónde el inversor está dispuesto a pagar una comisión de gestión elevada siempre que genere alfa (mientras sale de aquellos fondos que tienen comisiones elevadas con un tracking error y alfa bajos)
- Fondos indexados y ETFs: soluciones pasivas que se utilizan para construir la parte core de la cartera con comisiones muy baratas
La combinación “Active & Passive” se destacó como mejor solución para maximizar la rentabilidad de la cartera y mantener los márgenes en un entorno competitivo como el actual.