Los salarios en España son, todavía a día de hoy, un aspecto a mejorar en el mercado laboral, tal y como se ha venido comentando en las últimas semanas, con motivo de las Elecciones Generales celebradas el pasado domingo. En 2018, el salario bruto promedio en España se situaba en 23.478 euros anuales, de acuerdo a los datos recogidos en el Informe Anual InfoJobs-ESADE 2018, que analizaba, entre otros datos, el salario bruto promedio de las vacantes publicadas por las empresas en la plataforma de empleo. Esta cifra es 147 euros superior a la del año pasado y supone un incremento del 0,7%.
Este salario bruto promedio es superior en el caso de las vacantes de empleo para trabajar a jornada completa (25.164 euros), en aquellas que ofrecen contrato indefinido (28.781 euros) o bien las que buscan profesionales con estudios universitarios (28.438 euros). El salario bruto promedio ofrecido en las vacantes publicadas en InfoJobs es superior al salario bruto medio anual en España (+1,39%), el cual, según la última encuesta de Estructura Salarial del INE, que analiza datos de 2016, se sitúa en los 23.156 euros, solo un 0,2% más que en 2015.
La Comunidad de Madrid lidera, de nuevo, el ranking de mejores salarios en España, con vacantes que ofrecían un salario bruto promedio anual de 24.713 euros, muy similar al ofrecido por las empresas el año anterior. Le sigue País Vasco, con un salario bruto de 23.969 euros anuales (con un crecimiento del 2,41% respecto a 2017) y Cataluña, cuyo salario bruto promedio se situaba en 23.727 euros anuales en 2018 (un 0,7% más que en 2017). Estas tres son las únicas comunidades autónomas con un salario bruto promedio por encima de la media nacional. Madrid y Cataluña siguen siendo las comunidades autónomas con mayores salarios debido a que concentran gran parte del tejido empresarial del país y, también, porque justamente destacan en aquellos sectores donde los salarios son más altos. Por su parte, el País Vasco, a pesar de no ser una comunidad con un alto volumen de empresas, sí cuenta en su territorio con empresas de alto valor y ello hace que sus salarios vayan mejorando a mayor ritmo.
En el otro extremo del ranking, Cantabria, que se situaba como la Comunidad Autónoma con los salarios más bajos del país, con un salario promedio de 20.371 euros (3.100 euros por debajo de la media nacional), seguida de Islas Canarias (con un salario bruto de 21.542 euros anuales) y de Galicia (21.644 euros anuales).
Si analizamos las variaciones de salario respecto al año anterior, todas las comunidades autónomas muestran crecimientos. Los mayores incrementos salariales respecto al año anterior los encontramos en Asturias, con un crecimiento del 8,13% (+1.734 euros brutos de promedio anual), Cantabria con un crecimiento del 6,23% (+1.195 euros) y Aragón cuya subida del salario bruto promedio ha sido del 4,39% (+915 euros).
Y solo cuatro comunidades han visto decrecer sus salarios respecto al año anterior. Se trata de las Islas Canarias (-3,17%), Galicia (-2,43%), Murcia (-1,79%) y Madrid (-0,47%) con descensos que en cifras absolutas van de los 706 a los 116 euros.
Los datos del Informe Anual de InfoJobs y ESADE muestran también que, a nivel global, el sector de la Informática y las telecomunicaciones genera muy buenas oportunidades de empleo en nuestro país. Con un salario bruto promedio de 29.384 euros anuales en 2018, este sector vuelve a ocupar la primera posición del ranking de salarios. Esto son 302 euros más que el año pasado, es decir, el incremento del salario en sus ofertas es de un 1%. Además, dentro de este sector se encuentran algunos de los puestos con los salarios máximos más elevados. Se trata de los especialistas en Cloud, en Arquitectura informática y consultoría SAP que optan a salarios máximos que pueden alcanzar los 92.000 euros brutos al año.
En este sector, los salarios han experimentado un crecimiento continuado desde 2015. Esta senda se explica por el desfase existente entre la demanda creciente y la escasez de este tipo de profesionales. Este déficit provoca una presión hacia arriba de los salarios, es decir, ante la escasez aumenta su valor. Además, las empresas, conocedoras de esta escasez, empiezan a ofrecer mejores salarios para poder movilizar a aquellos candidatos que están en activo, puesto que son colectivos que no suelen tener altos índices de paro.