Los investigadores dicen que las personas que son más inteligentes y que muestran mayor interés por el arte y la ciencia durante la enseñanza secundaria tienen menos probabilidades de ser víctimas de la automatización en el futuro. Luego están, por supueto, sus logros en el ámbito educativo, pero en el estudio «Whose Job Will Be Taken Over by a Computer? The Role of Personality in Predicting Job Computerizability over the Lifespan» publicado en la revista European Journal of Personality se destaca la importancia de los rasgos de la personalidad, la inteligencia o la propia vocación para determinar el desarrollo de las personas en un mercado laboral cambiante.
«Los robots no pueden funcionar tan bien como los humanos cuando se trata de interacciones sociales complejas», afirma Rodica Damian, profesora asistente de psicología social y de la personalidad en la Universidad de Houston y autora principal de este estudio. «Los humanos también superan a las máquinas cuando se trata de tareas que requieren creatividad y un alto grado de complejidad que no es rutinario. Tan pronto como se requiere flexibilidad, el ser humano lo hace mejor», añade.
Los investigadores rastrearon una muestra representativa de estadounidenses de más de 50 años, observando los rasgos de personalidad y los intereses vocacionales en la adolescencia, junto con la inteligencia y el estado socioeconómico. El resultado es el primer estudio que analiza cómo una variedad de factores relacionados con la personalidad y distintos antecedentes predicen si una persona seleccionará trabajos que tienen más (o menos) probabilidades de ser automatizados en el futuro.
«Descubrimos que independientemente de los antecedentes sociales, las personas con niveles más altos de inteligencia, mayores niveles de madurez y extroversión, mayores intereses en las artes y las ciencias … tendían a seleccionar (o ser seleccionados) en trabajos menos robotizables 11 y 50 años después», confirman.
Según Damian estos hallazgos sugieren que la educación tradicional puede no estar completamente equipada para abordar los próximos cambios en el mercado laboral, aunque éste haya cambiado desde que los sujetos de la investigación estaban en la escuela en la década de 1960. «Tal vez deberíamos considerar la capacitación de características de personalidad que ayudarán a preparar a la gente para trabajos futuros», señala.
Los investigadores descubrieron que cada quince puntos de aumento en el coeficiente de inteligencia anticipa un 7% menos de probabilidad de que el trabajo realizado sea robotizado, lo que equivale a salvar a 10,19 millones de personas de perder sus puestos de trabajo si las cifras se extrapolan a toda la población de EE.UU.
Referencia: Rodica Ioana Damian, Marion Spengler, Brent W. Roberts. Whose Job Will Be Taken Over by a Computer? The Role of Personality in Predicting Job Computerizability over the Lifespan. European Journal of Personality, 2017