¿Ha llegado el momento de cambiarte de coche? Ésta, a menudo, puede convertirse en una decisión muy difícil de tomar. No solo por el apego que le puedas tener a tu antiguo coche, sino por el dinero que te va a tocar invertir.
Si te encuentras en esta situación, una de las mejores opciones, y la más utilizada por los españoles, es apostar por los vehículos de ocasión. Y así lo demuestran los últimos datos: en los primeros diez meses del año se han comprado 1,5 vehículos seminuevos por cada coche nuevo matriculado.
Además, según el informe sobre el comportamiento del mercado del vehículo de ocasión y nuevo, elaborado por MSI con motivo del Salón de Ocasión celebrado la semana pasada, se espera que las ventas de automóviles seminuevos en España superen los 2 millones de operaciones en 2018, un 15,2% más que la cifra registrada el pasado año.
Andalucía lidera el ranking por delante de Cataluña con 305.962 y 261.144 coches de ocasión vendidos, respectivamente. Madrid es la tercera comunidad, con 243.898 unidades, seguida de la Comunidad Valenciana, con 176.967 vehículos transferidos.
En este sentido, podemos afirmar que la compra de coches de ocasión se encuentra en auge, al tratarse de un mercado con amplias ofertas y oportunidades para todos los bolsillos y economías familiares. Pero, ¿a qué se deben exactamente estos datos?
1) El precio de venta es más asequible
Comprar un coche nuevo puede suponer entre un 15 y un 20% más caro que adquirir un vehículo de segunda mano. Es muy común encontrar vehículos en muy buenas condiciones a precios bastante asequibles, que ofrecen los mismos servicios y prestaciones. Sin embargo, debes asegurarte que las ‘gangas’ no tengan truco.
2) El ahorro en impuestos
Si adquirimos un coche de segunda mano, no sólo ahorramos en el momento de compra por el precio de venta, sino también con los diferentes impuestos que incrementan el desembolso final. Si queremos comprar un coche nuevo, a su precio de venta le debemos añadir el IVA, impuesto de matriculación y el impuesto de circulación. En cambio, con la compra de un vehículo de ocasión nos ahorramos el impuesto de matriculación, que en un coche nuevo puede llegar a suponer un 15% de la compra.
Si a ello le añadimos, además, la entrada en vigor de la nueva normativa WLTP el pasado septiembre, la adquisición de un coche nuevo supone un coste más elevado. Y es que, el nuevo protocolo de medición de emisiones, incrementará de forma considerable la tasa del Impuesto de Matriculación a los vehículos más contaminantes.
3) Las ayudas de financiación
Como hemos comentado, claro está que los coches de segunda mano son mucho más accesibles que los nuevos. Son más baratos por lo que, no nos va a costar tanto comprarlos. No obstante, no deja de ser una inversión considerable, pero no hay de qué preocuparse. Hoy en día, muchas compañías de financiación, como por ejemplo Cofidis, ofrecen productos diseñados específicamente para la compra de vehículos de ocasión.
4) El valor del coche
Un vehículo nuevo pierde hasta el 40% de su valor con solo arrancar el motor y dar una vuelta a la rotonda. Justo en ese momento se convierte en un coche de segunda mano. Pero no termina ahí, con los años el vehículo nuevo se desgasta. En este sentido, podríamos considerar que ‘sales ganando’ si adquieres un coche que tenga un par de años de vida en lugar de uno totalmente nuevo.