Las criptomonedas o monedas digitales, lideradas por el Bitcoin, han protagonizado un rally y un descenso vertiginoso. Mientras se disparaba su valoración (en moneda tradicional) parecían una inversión espectacular…en 2017 un Bitcoin costaba 985 dólares, el pasado mes de agosto había cuadruplicado su valor y a comienzos de diciembre cuadruplicado otra vez, alcanzando 19.000 dólares. Pero los precios han caído por debajo de 10.000 dólares.
De hecho, las cripto-monedas como inversiones tienen características pobres y les queda un largo camino antes de poder ser sustitutos viables de las monedas fiduciarias existentes, opinan desde Pictet AM. «Aun así, su aparición puede acelerar la tecnología de contabilidad distribuida blockchain. y reforzar la inquietud sobre política monetaria convencional y las divisas tradicionales. Así que es poco probable que desaparezcan», explican.
El caso es que, a pesar de que la mayoría de personas tiene un conocimiento básico de criptomonedas, sólo los especialistas parecen dominar los detalles
En primer lugar, como monedas, tienen que cumplir tres funciones: ser medio de pago, unidades de cuenta y tener valor. Pero pocos bienes tienen precio en Bitcoin, siendo poco lo que se puede comprar con ello, en un proceso de elevados costes de transacción y tiempos prolongados. Incluso en una conferencia reciente sobre Bitcoin no se aceptó la criptomoneda como pago por la entrada. A ello se añade que solo el pasado noviembre la energía consumida en minería Bitcoin aumentó un 30% y llegó a suponer el 0,13% de la demanda mundial de energía.
También hay que tener en cuenta que los gobiernos garantizan el uso de sus monedas –aunque sólo sea porque son un medio para el pago de impuestos – pero no hay una autoridad global tras Bitcoin. «Los partidarios sostienen que de eso se trata –que ningún gobierno o institución puede devaluar el Bitcoin–, pero los Bitcoins pueden verse socavados por quien logra una mayoría del 51% de la capacidad minera, aumentando el máximo actual de 21 millones -este es el argumento de porqué es mejor valor que las monedas fiduciarias actuales-.
Dado que el 79% de la minería está en China y los chinos son importantes titulares de Bitcoin hay riesgo de que las autoridades de Pekín encuentren una manera de tomar el control de la criptomoneda
De hecho los reguladores están preocupados por la capacidad de las criptomonedas para facilitar las actividades de mercado negro y desencadenar problemas sistémicos si la gente se endeuda para comprarlas. Incluso Corea del Sur, uno de los mercados principales de criptomoneda, propuso prohibir el comercio con Bitcoin.
Pero los potenciales problemas sistémicos va más allá del uso de tarjetas de crédito para comprar Bitcoin. A precios de mercado su valor en circulación ha llegado a 170.000 millones de dólares, equivalente al 4,2% de la base monetaria de EE.UU., el 2,1% de las existencias mundiales de oro y el 0,8% de la base monetaria mundial. «Estimamos que la minería Bitcoin ha llegado a suponer el 11% de la expansión global de dinero», sostienen en Pictet AM.
Ahora bien, excepto por el entusiasmo inversor nada impide que el valor del Bitcoin caiga a donde estaba al inicio del año pasado, lo que sólo es aceptable para aquellos que toleran el riesgo. Su volatilidad anualizada ha llegado a ser del 90%, aunque el oro llegó al 70% en la oleada inflacionista de 1979 y 1980.
De hecho, a menudo se compara el Bitcoin con el oro. Incluso la agencia reguladora gubernamental de EE.UU. Commodity Futures Trading Commission clasifica los futuros sobre Bitcoin como materias primas ya que, al igual que el oro, no genera ingresos y su precio depende en gran parte de la percepción de los inversores.
Como explican desde Pictet AM, las monedas digitales no tienen la historia del oro y el Bitcoin, que no es una entidad física, no permite mantener activos subyacentes. «Se trata de intercambios digitales, los cuales ya han sido pirateados, con robo de carteras digitales y desplome de ordenadores que han llegado a hacer desaparecer riqueza en Bitcoin», afirman.
De todas formas, Bitcoin está impulsando el desarrollo de sistemas de contabilidad distribuidos, como blockchain, en los que ninguna autoridad controla la información de la transacción, que se encuentra en base de datos compartida y actualizada a través de la red. Durante mucho tiempo Bitcoin y blockchain han sido inseparables en la mente de las personas, pero mientras que Bitcoin se basa en blockchain para verificar transacciones, blockchain puede aplicarse a cualquier unidad de cuenta.
Ahora bien, las enormes inversiones recientes en computación y minería Bitcoin y otras criptomonedas resulta análogo al gran gasto en infraestructura de telecomunicaciones en el auge de la tecnología de finales de los 90. Muchas empresas quebraron cuando estalló la burbuja en 2001, pero la infraestructura se mantuvo, proporcionando las bases para la revolución de Internet de las últimas dos décadas. Bitcoin puede resultar similar para la próxima generación de tecnología financiera. De hecho, algunos inversores ven Bitcoin como una participación en una empresa blockchain.
Además, en un mundo de experimentación masiva de política monetaria, un accidente grave causado por los bancos centrales no es descartable. Incluso las monedas de reserva tienen riesgo de generar hiperinflación y una crisis monetaria puede socavar el sistema. Los regímenes monetarios no duran siempre. El actual, post-Bretton Woods, tiene 40 años.
En este sentido la adopción masiva de cripto-monedas reduciría el monopolio de la creación de dinero y política monetaria a los bancos centrales, aunque una economía Bitcoin sería mucho más volátil. Por eso los bancos centrales están considerando crear sus propias monedas digitales.