Gran parte de España se ha visto azotada por la borrasca Filomena que ha traído fuertes nevadas y bajas temperaturas y ha supuesto todo un reto en aquellas localidades en las que no es común sufrir este tipo de acontecimientos. Estos días muchos se preguntan qué papel juegan los seguros en todo esto, para aclararlo, Willis Towers Watson expone las siguientes medidas clave para empresas y ciudadanos que se hayan visto perjudicados por el temporal de nieve.
Lo primero que hay que saber es que no es un riesgo extraordinario incluido en la relación de los riesgos que indemniza el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), organismo que solo dará cobertura a los daños derivados de la inundación del terreno por el deshielo posterior a las nevadas.
Asimismo, es importante saber que la actuación de las compañías aseguradoras privadas deberá ser independiente a que se produzca o no la declaración de zona catastrófica por parte de las autoridades, salvo que la póliza del seguro contenga alguna exclusión relacionada con esta declaración.
¿Qué deben hacer los afectados?
El primer paso para los afectados es revisar el contrato del seguro, verificar que los bienes dañados están cubiertos y en qué condiciones para confirmar que los efectos de un temporal de nieve como el generado por la borrasca Filomena tienen cobertura y se encuentran asegurados dentro de la póliza. Existen exclusiones generales en los condicionados que pueden limitar o derogar la cobertura. Las más habituales indican que se cubrirán los daños “siempre que no sean producto del mantenimiento inadecuado de las instalaciones”, o excluyen causas como las temperaturas extremas, variación de temperaturas o, directamente, las heladas. Hay compañías que también excluyen la cobertura si el siniestro es calificado por el poder público como “catástrofe nacional” o “calamidad nacional”.
El tipo de daños más habituales originados por esta causa son: desplome y colapso de estructuras por acumulación de la nieve, incendios que podrían originarse como consecuencia de dicho colapso, imposibilidad de acceso a los inmuebles y/o fábricas y paralización de la actividad, daños propios en jardines y arbolados, desprendimiento de tejados o cornisas, daños en equipamientos o tuberías, cortes prolongados del suministro eléctrico por acumulación de nieve y hielo en tejados, árboles y líneas eléctricas y sus estructuras, daños por agua proveniente del deshielo al contenido de los edificios, daños a terceros que procedan de nuestras instalaciones y accidentes en desplazamientos por zonas nevadas o heladas.
Se hace por tanto necesario contemplar aspectos preventivos y de seguridad para proteger las instalaciones y, con ello, el retorno a la normalidad de empresas, organizaciones e instituciones. Es recomendable para los asegurados afectados, además de la comunicación del siniestro a su corredor de seguros y verificación de que la prima está al corriente de pago, que, ante la dificultad de peritarse los daños debido a las complicaciones de movilidad existentes, documenten las evidencias de los daños sufridos o cualquier otro vestigio, mediante reportajes fotográficos y vídeos para la posterior visita del perito.
Asimismo, hay que hacer mención a que los daños se pueden considerar directos e indirectos y que los mismos pueden estar incluidos o no, dependiendo de si la redacción de la póliza es adecuada.
También es importante saber que muchas compañías de seguros han puesto en marcha un protocolo de actuación para los seguros de auto, hogar, comercios y comunidades de cara a proceder a atender y dar asistencia a los asegurados mediante teléfonos exclusivos y gratuitos de atención especial y prioritaria relacionados con este evento. Es importante tenerlos en cuenta como vía de acceso.
Según recuerdan desde el Colegio de Mediadores de Seguros de Madrid, existe un plazo máximo de 7 días para realizar la comunicación a la aseguradora. Sin embargo, aquellas personas que no tengan asegurados sus bienes, así como para el caso de que estén asegurados, pero estos no tengan cubiertas las garantías oportunas para este tipo de eventualidades, se verán en la tesitura de tener que soportar dichos daños de su propio bolsillo. Habría que estar a la espera de posibles ayudas de las administraciones públicas.
La recomendación general que hacen ambas entidades es acudir al agente o corredor de seguros para que oriente y asesore, ya que tiene el conocimiento de las pólizas contratadas y agiliza las gestiones para tramitar y resolver a la mayor brevedad posible el siniestro y volver cuanto antes a la normalidad.
Medidas para prevenir contratiempos
Por su parte, desde Caser han compartido algunas medidas para ayudar a prevenir los contratiempos provocados por las intensas heladas que se producirán en los próximos días. Entre ellas, se destaca la limpieza de nieve de las terrazas, balcones y alféizares de las ventanas, para evitar que se congele y pueda caer sobre algún viandante, intentar conservar las tuberías con una temperatura cálida -utilizando cintas calefactoras, aplicando gomaespuma o dejando un grifo abierto para que corra un hilo de agua- o echar sal en las cañerías con el fin de evitar que las heladas puedan reventar las tuberías.