Natixis se ha convertido en el primer banco en gestionar activamente el impacto climático de su balance al lanzar su factor de ponderación verde. De esta forma, toda la financiación calificada como “verde” del área de Banca Corporativa y de Inversión de Natixis recibirá ahora un bonus, mientras que la “marrón” verá reducida su rentabilidad.
Según ha explicado la entidad, su objetivo es desarrollar una trayectoria de financiación consistente con los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático. Este factor de ponderación verde es un mecanismo que asigna capital para financiar acuerdos en base a su impacto climático. Se aplicará a los proyectos de financiación de Natixis en todos los sectores empresariales del mundo, salvo en el financiero.
Desde Natixis consideran que la ponderación de riesgo de los activos se reduce hasta un 50% en los proyectos verdes mientras que los acuerdos o proyectos que tienen un impacto negativo en el medio ambiente o en el clima verán cómo la ponderación de riesgos se incrementa hasta un 24%. “El ajuste de la tasa de rendimiento esperada de cada acuerdo de financiación en función de su impacto ambiental y climático proporciona un fuerte incentivo para que los equipos de Natixis favorezcan el financiamiento ecológico al evaluar acuerdos con riesgo de crédito equivalente. A través de esta iniciativa, contribuyen activamente a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas relacionados con el cambio climático y el medio ambiente”, explican desde la entidad.
Esta iniciativa se anunció inicialmente en el Día del Financiamiento Climático en París el 11 de diciembre de 2017. Después, han sido necesarios 18 meses de intenso desarrollo metodológico para poder adoptar una herramienta de este tipo. Para el próximo año, el banco establecerá los objetivos en los que se centrará.
Desde septiembre de este año, el factor de ponderación verde se implementó con éxito en el proceso y ya se aplica en los sistemas de aprobación de crédito. “Se basa en una metodología altamente detallada basada en el sector, por la cual se asigna una calificación ambiental –siguiendo una escala de siete niveles de impacto climático – a cada una de las transacciones financieras. “Esta calificación se aplica tanto al activo como al proyecto que se está financiando, así como al prestatario, ya sea un cliente corporativo o del sector público. Cada color corresponde a un factor de ajuste que se aplica a los activos ponderados por riesgo de cada transacción y se utiliza para evaluar su rentabilidad esperada”, explican desde la entidad.
Actualmente, el factor de ponderación verde se aplica a los 127.000 millones de euros del balance CIB de Natixis, de los cuales el 70% ya ha recibido una calificación. En términos de exposición nominal, el marrón representa el 38%, el verde el 43% y el neutro, el 19%. Por activos ponderados por riesgo, la mitad de la cartera se clasifica como marrón, un cuarto como verde y un cuarto como neutral. “Los ambiciosos factores de ajuste del factor de ponderación verde permitirán a Natixis apoyar eficazmente a sus clientes en su transición ecológica y comprometerse con ellos con una trayectoria sostenible”, afirman desde la entidad.
“El cambio climático es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Natixis acaba de firmar los Principios para la Banca Responsable, y el factor de ponderación verde demuestra nuestra determinación por contribuir de forma positiva y práctica a la transición ecológica, y de situar nuestro negocio en una trayectoria que sea consistente con el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Este factor es una innovación importante para nuestras operaciones bancarias, que nos permitirá apoyar aún más a nuestros clientes en su propia transición ecológica, y que sigue los compromisos que ya hemos hecho en nuestros negocios de seguros y gestión de activos”, ha afirmado François Riahi, director ejecutivo de Natixis.