El valor de la filantropía individual para la economía global es difícil de medir y, por lo tanto, posiblemente subestimado. Sin embargo, su impacto es innegable. Según estiman desde Citi, las donaciones individuales globales alcanzan los 1,3 billones de dólares cada año, siendo los estadounidenses los individuos que más donan en términos absolutos y respecto al PIB del país.
“Las personas también son generosas con su tiempo, especialmente en Asia y el Pacífico, los líderes mundiales en voluntariado. Aunque esta forma de donación está en declive, cientos de millones de personas hacen voluntariado cada mes. Esas horas de voluntariado, que requerirían un gran gasto salarial si fueran remuneradas, contribuyen significativamente a la economía global”, señala el último informe publicado por Citi, titulado Global Giving: Generosity and the Economics of Philanthropy.
El informe del año pasado señalaba que la filantropía se está volviendo más acomodada y más institucional, con consecuencias tanto para la sociedad como para las organizaciones sin fines de lucro individuales. El número de personas menos educadas y con menores ingresos que donan está disminuyendo en muchos países de altos ingresos. “Esto significa menos voces en conjunto, dejando a las voces más acomodadas la tarea de establecer la agenda filantrópica de la sociedad. Como resultado, muchos beneficiarios potenciales están perdiendo influencia sobre las iniciativas diseñadas para ayudarlos”, explican desde Citi.
Otra de las conclusiones del informe es que numerosos individuos de alto y ultra alto patrimonio neto usan fundaciones, consideradas como donaciones institucionales, como vehículos de donación. Y aunque las donaciones institucionales están en aumento en los EE.UU., la distinción entre fundaciones familiares e individuos se está desdibujando.
“Bien puede ser que una mayor proporción del total de las donaciones deba atribuirse a individuos, lo que indicaría que las donaciones individuales podrían ser mayores de lo que estimamos. Mientras que nuestras estimaciones se centran en las donaciones monetarias y el tiempo de voluntariado, la contribución completa de la filantropía a la economía global abarca mucho más”, sostiene el documento.
En cuanto a las donaciones directas entre individuos, las no monetarias, el valor socioeconómico o «efecto multiplicador» y el impacto de alinear inversiones sostenibles con los valores filantrópicos benefician a la economía y mejoran el mundo.