Más de un millón de estudiantes internacionales se matricularon en instituciones españolas en el curso académico 2018-2019. Según la última edición del estudio «El Impacto Económico de los Estudiantes Internacionales en España», impulsado por ICEX España Exportación e Inversiones y la asociación EDUESPAÑA, se calcula que su impacto económico global en la economía española asciende a 3.795.740.732 euros y que el efecto multiplicador del gasto de los estudiantes es de 2,27.
El objetivo del estudio es analizar los beneficios de esta actividad económica no solo midiendo los gastos directos que realizan estos estudiantes, sino también reflejando su considerable efecto multiplicador. Concretamente, un efecto multiplicador de 2,27 indica que, por cada euro gastado en su programa académico, estos estudiantes internacionales gastaron 1,27 euros adicionales en una amplia gama de sectores de la economía española.
Como ha señalado en su presentación Xiana Méndez, secretaria de Estado de Comercio: “Además de los resultados económicos recogidos en el estudio, conviene tener en cuenta otros beneficios intangibles a largo plazo derivados de la movilidad internacional en nuestras aulas. Cuando un estudiante viene a España a formarse, se expone a nuestra cultura y se construyen unos lazos estrechos e invisibles con nuestro país que duran toda la vida. Así, estos estudiantes internacionales, que se convertirán en grandes profesionales, siempre verán en nuestro país una oportunidad para realizar inversiones, para construir alianzas de colaboración y serán prescriptores de España”.
España, destino preferido por los estudiantes
España se ha mantenido como destino educativo preferido para los estudiantes internacionales durante las últimas tres décadas, una tendencia que continuó en 2018-2019.
Esta fue la última etapa antes de que la pandemia COVID-19 impactara al mundo, llevando la movilidad estudiantil casi a un punto muerto. Es importante utilizar los resultados del año analizado como base para predecir cómo se pueden recuperar mejor las diferentes categorías de programas, ayudando a España a restablecer su lugar como destino mundial privilegiado.
En relación a los estudiantes del programa Erasmus+ de la Unión Europea, Coral Martínez Íscar, directora del Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE), organismo público adscrito al Ministerio de Universidades que actúa como Agencia Nacional de este programa en España, ha destacado que: “En el ranking europeo de 2018-2019, España ocupa el primer puesto en recepción de estudiantes Erasmus+ de Educación Superior (muy por delante de Alemania, Francia, Reino Unido o Italia), posición que sigue manteniendo de manera ininterrumpida desde 2001, y el segundo puesto en envío de estudiantes (solo por detrás de Francia y muy por delante del resto de países del Programa). Además, España y sus universidades están abiertas al talento, la innovación y la inclusión, y son un fiel ejemplo internacional en los rankings mundiales por la calidad de los estudios superiores”.
Importancia de la formación presencial
Un multiplicador de 2,27 indica un alto nivel de dependencia de los estudiantes que asisten a programas presenciales. En todas las categorías, a excepción de los másteres, los participantes gastan más en los aspectos académicos adicionales de su experiencia que en su matrícula. Incluso si estas categorías migran a sistemas virtuales efectivos, la falta de presencia de internacionales en España supondría grandes pérdidas de ingresos que afectarían a múltiples industrias.
Esto pone de relieve la oportunidad de fortalecer la competitividad de España como destino educativo, mejorando la calidad de los servicios y elementos extraacadémicos. Son áreas que las instituciones pueden optimizar incorporándolas a sus programas o proporcionándolas a través de proveedores externos.
Estudiantes de máster
La matrícula en programas de lengua española es la más numerosa: el 47% del total. Le siguen los estudiantes del Instituto Cervantes que completan cursos en sus centros en el extranjero y los candidatos para sus pruebas estandarizadas, con un 27%. El 26% restante incluye másteres, grados, estudios de Study Abroad y estudiantes Erasmus+.
A pesar de eso, el mayor impacto por alumno es el de los estudiantes internacionales matriculados en másteres seguidos por los de grado. Estas dos categorías representan el 15% de la población estudiantil internacional y, sin embargo, suman el 65% del impacto económico de la exportación española de servicios educativos. Estos hallazgos colocan a las universidades y a las escuelas profesionales de posgrado a la vanguardia de la industria.
Contribución al sistema tributario
Los estudiantes internacionales y los proveedores académicos contribuyen al sistema tributario español de dos formas. En primer lugar, una parte de su gasto indirecto (2.122.311.675 euros) está sujeta a un I.V.A. del 4% al 21%. En segundo lugar, al menos tres tipos de programas (Study Abroad, escuelas de idiomas e Instituto Cervantes) contratan a 7.791 profesores y personal por los que realizan pagos a la administración de la seguridad social. Si no fuera por el mercado educativo internacional, este personal altamente calificado probablemente se convertiría en parte de la población desempleada.
La educación internacional no es una industria de grandes corporaciones. La mayoría de sus representantes son escuelas medianas y pequeñas, profesionales y servidores públicos y empresas locales.