El 63% de los europeos opina que los precios de la vivienda seguirán subiendo en los próximos 12 meses. Además, más de un tercio de los encuestados no cree que pueda llegar a ser propietario, según la séptima edición de la encuesta sobre viviendas e hipotecas de ING “¿Es el precio de la vivienda demasiado alto?”
En cuanto a la perspectiva de futuro, el 53% considera que el sector de la vivienda sigue un camino equivocado, 8 puntos más que la anterior encuesta. Este porcentaje ha aumentado en la mayoría de los países, con solo un 25% pensando que la vivienda va por buen camino.
Los precios son demasiado altos
Por lo general, los precios de las viviendas están vinculados e influenciados por las condiciones del mercado local. Sin embargo, muchos ciudadanos europeos, independientemente del país, piensan que los precios de la vivienda donde viven son demasiado altos.
El 57% cree que la vivienda es cara, y una cuarta parte (21% en el caso español) tiene dificultades para pagar el alquiler o la hipoteca cada mes. A nivel europeo, los inquilinos son más propensos que los propietarios a definir las viviendas en su país como caras (62% vs 55%) o injusta (32% vs 22%).
Durante la última década, los tipos de interés han sido bajos, lo que ha ayudado al incremento del precio de la vivienda al mismo tiempo que ha dificultado la entrada de nuevos propietarios. En este sentido, el 72% de los europeos encuestados, 80% en el caso de España, cree que es difícil adquirir una vivienda en propiedad para las personas que compran por primera vez. La mayoría (65% de media en Europa frente al 68% en España) apunta que esta circunstancia se ha agravado desde 2015.
Opinión de los no propietarios
El 35% de los europeos que no tiene una vivienda no espera convertirse en propietario de una casa nunca. Alemania (45%), Italia (44%) y Reino Unido (41%) lideran esta opinión. Sin embargo, los españoles son unos de los más optimistas y solo el 17% cree que no podrá comprar una vivienda en el futuro. La mayoría de las razones apuntan a problemas relacionados con la asequibilidad. En este sentido, el 56% de los europeos lo achaca a unos ingresos insuficientes, el 19% prevé que los precios sigan siendo demasiado altos y el 16% indica una falta de seguridad laboral a largo plazo.
Por edad, solo el 9% de los europeos y el 11% de los españoles esperan comprar una vivienda antes de los 30 años. Esto contrasta con los encuestados que poseen una vivienda, ya que el 60% de ellos se convirtieron en propietarios antes de los 30.
¿Deben ayudar los padres?
Ante este contexto, una solución podría ser obtener ayuda de los progenitores. Es por ello que el 44% de los europeos está de acuerdo en que los padres deben ofrecer apoyo financiero para ayudar a sus hijos a comprar una vivienda. Sin embargo, en el caso de los españoles encuestados esta cifra baja hasta el 28%. De hecho, los españoles son los europeos que menos proclives se muestran a pensar que cuando los padres ayudan a comprar una vivienda están realizando una buena inversión. Así pues, solo el 46% cree que es una buena inversión frente al 62% de la media europea.
El estudio también identifica que estamos abiertos a vivir con la familia. El 13% de los encuestados en Europa dice que en la actualidad comparte su hogar con más de dos generaciones, con las cifras más altas en Rumania (22%) y Polonia (19%). Aunque España se sitúa en la media europea, y apenas un 12% de los encuestados comparten casa con dos generaciones, un 47% lo consideraría como una posibilidad, liderando está opinión entre todos los europeos.
Según la opinión de Jessica Exton, científica del comportamiento de ING, «parece que convertirse en propietario sigue siendo igual de importante que antes, tanto emocional como financieramente. Sin embargo, muchos de los que aún no son propietarios esperan poder comprar una vivienda a una edad más tardía que los que ya la poseen. Además, una minoría considerable piensa que nunca tendrá una vivienda en propiedad. Por lo tanto, no es sorprendente que la mayoría considere que la vivienda va por mal camino, una opinión compartida en los 15 países encuestados, a pesar de las diferencias económicas y culturales”.
“La asequibilidad es el principal obstáculo, pero lo segundo más común es la sensación de que el mercado de la vivienda es injusto. Estos desafíos hacen que haya gente que renuncia por completo a ser propietario. Es por ello que la mayoría está de acuerdo en que cuando los padres ayudan a sus hijos a comprar una casa, están haciendo una buena inversión”.
En palabras de María Ferreira, economista senior de ING, «la vivienda asequible es cada vez más escasa, sobre todo en los centros urbanos y la alta demanda hace subir los precios de los alquileres y de la compra de vivienda. Estos son los factores más desafiantes para los recién llegados al mercado de la vivienda”. Para ella es importante destacar que “muchos jóvenes europeos se sienten excluidos del mercado y frustrados por estar gastando más del 50% de sus ingresos en vivienda. Esto explica por qué tienen expectativas negativas sobre el futuro».