Pese al impacto de la pandemia del COVID-19, que ya está causando estragos económicos a nivel global, las fintech cuentan con uno de los ecosistemas más potentes del continente europeo, de acuerdo con la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI).
En su último informe, la asociación asegura que este ecosistema, compuesto por empresas pertenecientes a diferentes verticales de negocio, tiene la capacidad para desarrollar determinados productos y servicios en circunstancias tan complicadas como las actuales y pueden ofrecer soluciones rápidas y eficaces en el acceso inmediato a dinero y financiación, agilización de transacciones o la atención telemática al cliente, entre otros.
Los datos de la AEFI destacan que, hasta ahora, las fintech han tenido mucho éxito en mejorar los ecosistemas e infraestructuras de los mercados financieros. Por ello, gracias a la rápida evolución tecnológica de estas empresas, “podrán transformar el escenario post COVID-19, ofreciendo servicios financieros digitales a otras empresas y al conjunto de la sociedad”, añaden.
Además, el informe subraya seis pilares del sector fintech para superar y mitigar los efectos de la crisis del COVID-19 en España. No obstante, destacan que cabe esperar mejoras regulatorias y normativas que faciliten el acceso a la financiación, el “gran reto al que se enfrentan en el corto plazo”.
1. Uso de la tecnología
Según los datos de la AEFI, las fintechs se basan en la tecnología más puntera, por lo que pueden construir nuevos flujos de trabajo más ágiles, eficaces y seguros, elementos fundamentales en el escenario post COVID-19. Además, el uso de la tecnología utilizada por estas empresas mejora el análisis de procesos, con información y datos mucho más detallados.
2. Banca abierta
Además, estas compañías han revolucionado el sector financiero y el asegurador generando procesos colaborativos y cooperativos muy potentes y construyendo entornos eficaces y productivos. Asimismo, el informe subraya sus desarrollos tecnológicos, que han permitido crear un nuevo canal de venta para la banca, en un escenario que no perjudica, sino beneficia, a todos los actores financieros.
3. Protección del usuario financiero
Por otro lado,” el uso de la tecnología desemboca en operaciones que no se ven afectadas por el error del ojo humano o la no siempre bienintencionada mano del hombre”, destacan desde la asociación. Por ello, los usuarios tienen muchas más garantías y seguridad a la hora de operar con su dinero a través de aplicaciones con bases tecnológicas. Asimismo, para asegurar los datos personales de sus clientes, las fintech recurren a mecanismos de autenticación expresos, que otorgan una mayor credibilidad a la autorización por parte del usuario.
4. Geolocalización
Del mismo modo, gracias al boom de las nuevas tecnologías, el número de personas que usa Internet para acceder a sus datos bancarios es cada más común, lo que permite a los usuarios operar desde cualquier lugar del mundo y evitar la pérdida de datos y documentos personales. Por otro lado, el informe recuerda que conocer la localización del cliente se puede utilizar para “crear métodos de autentificación más robustos y evitar casos de phising y blanqueo de capitales”.
5. Aumento de la competencia
“En los últimos años, las fintech han revolucionado las bases de la competencia de los servicios financieros a nivel global y, gracias a ellas, la competencia del sector financiero y asegurador ha crecido, dando lugar a una mejora de la industria”, añade el informe. La entrada de estas empresas en el mercado tradicional financiero ha reconfigurado las expectativas del cliente, elevando los estándares de la experiencia de usuario.
6. Actualización de procesos regulatorios
El informe de AEFI refleja que las fintech, debido a su naturaleza disruptiva, han replanteado la regulación y supervisión. Gracias a ellas, se han puesto de manifiesto algunas barreras regulatorias que ya han sido subsanadas, aunque recuerda que todavía existe un amplio recorrido para adoptar nuevas normativas que permitan mejorar el acceso a la financiación de las compañías y promuevan las sinergias con otros actores del sector financiero.