A falta de seis meses para la entrada en vigor de MiFID II, los profesionales de la banca y las finanzas deben demostrar su cualificación a través de certificados y títulos. Para analizar y debatir sobre lo que esto supone, los 50 responsables de la principal red europea de institutos de formación bancaria (EBTN) se han reunido en Sitges (España), invitados por el Instituto de Estudios Financieros (IEF).
La principal red europea de institutos de formación bancaria (EBTN) ha celebrado en Sitges su asamblea anual, donde se debaten los planes para 2017 y 2018 entre los que se encuentran: colaborar para homogeneizar la formación bancaria en vistas de MiFID II, lanzar la segunda etapa de su acreditación de calidad Triple E y evaluar cuáles van a ser las necesidades formativas en el mundo Fintech.
El abordar estos retos es fundamental para la industria, ya que estos meses miles de empleados, agentes bancarios y profesionales de otras entidades financieras en toda Europa están apurando su formación para obtener su certificación. En el caso del IEF, que en España encabeza la adaptación de MiFID II, prevé formar a más de 15.000 profesionales este año.
Esta formación urge ya que, según explica Josep Soler, director general del IEF, “la cualificación de los profesionales financieros implicará más alto nivel de protección para los clientes. Finalmente serán médicos financieros los que diagnosticarán la salud financiera de la ciudadanía”.
Y es que a consecuencia de la normativa MiFID II, que entrará en vigor el próximo enero de 2018, se exigirá a todos los profesionales que informan o asesoran sobre productos financieros una cualificación reconocida y estar sujeto a formación continua. Esto supondrá un esfuerzo para la industria en todos los países europeos. Se prevé que en algunos como el caso de en España la nueva normativa afecte hasta 75.000 asesores financieros, que ahora deberán cualificarse.