Solo se vive una vez. En España, puede que al leer esta frase nos venga a la cabeza aquella canción tan pegadiza de Azúcar Moreno. Sin embargo, en este caso nos referimos a la traducción de YOLO (You Only Live Once) una filosofía que los millennials popularizaron y llevan por bandera.
Definidos como recolectores de experiencias, los millennials han cambiado el concepto de poseer por el de vivir. Sin embargo, más que una elección, a veces parece que el curso de la vida les ha empujado a adaptarse y seguir esta filosofía. Es una generación castigada por la economía, ya han padecido dos crisis y, como consecuencia, tienen salarios más bajos, se emancipan más tarde y tienen menor estabilidad para perseguir la vida que a su edad ya vivían sus padres. Por lo que parece que, ya que no pueden permitirse esa vida futura, aprovecharán al máximo el ahora, invirtiendo en viajes y experiencias.
Además, millones de trabajadores pasaron un 2020 lleno de incertidumbre, afectados por ERTES, situaciones de subempleo o viendo pasar su vida frente a una pantalla. En esta situación, según explican desde StormGain, algunos trabajadores han decidido que no pueden afrontar el regreso a unos trabajos en los que no estaban suficientemente valorados. Los más afortunados pueden haber encontrado una nueva independencia y libertad en el trabajo desde casa. “Entre ambos extremos, profesionales de todo el mundo están huyendo de sus viejas rutinas y arriesgando todo para perseguir las pasiones de su vida. Este movimiento de personas y fondos se ha denominado economía YOLO”, explican.
Sin embargo, expertos como Javier Santacruz, profesor en el IEB, al hablar del origen de este movimiento señala que todo parte del mismo error conceptual: “Pensar que los jóvenes actuales tienen un peor nivel de vida que el de la generación de sus padres midiéndose por el número de propiedades o de ahorro que a la misma edad tenían los padres. De ninguna forma se puede sostener empíricamente que los jóvenes viven peor que los padres, dado que el nivel de partida de consumo, riqueza y renta es mucho mayor que el de sus padres. Precisamente porque el punto correcto es que no observan la misma tendencia ni rapidez a la hora de progresar como lo hicieron sus padres (no el nivel del que parten), los jóvenes buscan alternativas y se las pueden permitir, aunque parezcan absurdas”, explica.
En medio de este revoltijo de sueños, aspiraciones y metas, nace la economía YOLO. Los millennials que ya llevan unos años en el mundo laboral se han visto atrapados en jornadas interminables en trabajos que no les motivan, y este movimiento busca romper con la concepción tradicional del empleo. Los millennials ya no buscan estabilidad, si no que están dispuestos a sacrificarla a cambio de más flexibilidad y un trabajo más gratificante.
El impacto de la pandemia
Aunque ya es algo que llevaba gestándose unos años, la pandemia ha podido ser un detonante. Las posibilidades de teletrabajar, flexibilizar el horario y el haber tenido más tiempo para reflexionar y replantearse el proyecto de vida, ha empujado a muchos jóvenes a cambiar radicalmente su estilo de vida. Además, las redes sociales han contribuido a convertir esto en un fenómeno cada vez más global. De hecho, es bastante común abrir aplicaciones como TikTok y encontrar numerosos usuarios que relatan sus experiencias poniendo en práctica la economía YOLO. Además, durante el periodo de pandemia, muchos jóvenes han ahorrado considerables cantidades que les han permitido crear una reserva con la que lanzarse a la aventura que lleva por eslogan You Only Live Once.
“Después de un año de abnegación, austeridad y puertas cerradas, YOLO se ha convertido en el grito de guerra de una nueva generación de inversores que están listos para disfrutar de la vida nuevamente’, afirman los responsables de StormGain.
Estados Unidos, un país caracterizado por el espíritu emprendedor, pero también por la posibilidad de ganar sueldos más altos y poder generar un colchón con el que lanzarse al vacío, es la cuna de este movimiento. Aunque, en Europa no tengamos los mismos factores, algunos creen que no tardará en extenderse al viejo continente y convertirse en un fenómeno más global.
Sin embargo, esta filosofía de vida podría acarrear problemas a la economía global. La dificultad de retener talentos o de mantener viva la ambición dentro de grandes corporaciones podría obstaculizar el desarrollo de las empresas. Santacruz, de hecho, critica el movimiento señalando que se trata de “un ejercicio de irresponsabilidad, propio de alguien que parte de un nivel acomodado alto y puede permitirse el lujo de pensar o ambicionar cosas que no tienen ningún grado de realismo razonable. Una empresa grande, por ejemplo, con inestabilidad a largo plazo de su plantilla, es un factor de riesgo para el conjunto de la economía”, apunta.
¿Se podría dar este fenómeno en España?
Para el profesor del IEB, es especialmente complicado que este fenómeno cale en España. “El empleo en el sector turístico, construcción o agricultura no es posible flexibilizar en el sentido que está marcado en USA, por ejemplo”, argumenta.
«Es probable que haya una bolsa relativamente importante de empleos que logren ser flexibles en materia de horarios y situación geográfica, pero dada la estructura actual del mercado laboral es muy difícil que pueda ser mayoritario, salvo que hubiera muchos miles de empleos más divididos, dedicados a las mismas tareas y que se pudieran ir compatibilizando. De ser así, sería una fuente de ineficiencia enorme para el mercado de trabajo», añade.
YOLO y cripto, una pareja de hecho
“Después de un año de abnegación, austeridad y puertas cerradas, YOLO se ha convertido en el grito de guerra de una nueva generación de inversores que están listos para disfrutar de la vida nuevamente”, afirman los responsables de StormGain. Aquellos que buscan cambiar verdaderamente sus vidas están recurriendo a dinero sin fronteras, altamente avanzado y que se vuelve más valioso día a día: la criptomoneda.
Aquellos que han buscado ganar dinero en la pandemia, han encontrado en las criptomonedas una opción atractiva. Bitcoin, Ethereum, Litecoin, Ripple y muchos otros activos criptográficos han apreciado su valor, devolviendo a los inversores el efectivo que necesitan para arriesgarse en ese nuevo movimiento YOLO para invertir en nuevas formas de vida y consumo.
«La criptomoneda encaja perfectamente con la naturaleza individualista, optimista e innovadora de la economía de YOLO, por lo que las criptomonedas están ganando valor y popularidad. La pandemia del COVID-19 expuso las vulnerabilidades de la economía y el sistema financiero que habíamos dado por sentadas durante tanto tiempo. Para los millennials que habían vivido la crisis financiera de 2008 y se preguntaban cuándo las cosas volverían a la ‘normalidad’, ha sido un nuevo shock y los tiempos de la certidumbre y la seguridad han terminado», explican.