El modelo de liderazgo de una empresa es clave para el devenir de la misma. Todo equipo necesita un líder, y sus valores, sus actitudes, sus comportamientos y la manera en que concibe el negocio, marcarán la filosofía y la forma de trabajar, y serán una fuente de inspiración para todos los colaboradores o, bien, todo lo contrario.
Y, si bien podríamos decir que hay tantos tipos de liderazgo como líderes, estos pueden clasificarse en cinco estilos diferentes: el liderazgo autocrático, el democrático o participativo, el liderazgo transformacional, el laissez-faire (o delegativo) y el liderazgo transaccional. Todos ellos presentes, aunque con diferente frecuencia, en las empresas españolas.
Según InfoJobs, uno de cada tres trabajadores declara trabajar bajo un modelo de dirección autocrático, un estilo de liderazgo clásico y unidireccional en el que el jefe – alto o intermedio – concentra todo el poder y nadie desafía sus decisiones, los subordinados se limitan a obedecer las directrices que marca el líder. Este tipo de liderazgo es, ciertamente, más clásico y poco adaptado a los tiempos de cambio continuo que vivimos en nuestro país.
Por el contrario, a la hora de hablar sobre el tipo de liderazgo que desearían los empleados, el modelo autocrático es el menos nombrado: solo al 2,5% de los españoles les gustaría vivir un estilo de liderazgo autocrático en su empresa.
Estos datos han sido extraídos de un estudio realizado por la plataforma para determinar cuál es el modelo de liderazgo más habitual en España y cuál el preferido por los trabajadores.
El segundo estilo de liderazgo que más impera en las empresas españolas es el democrático o participativo. Concretamente, el 27% de los encuestados afirma vivir este tipo de liderazgo en el trabajo, caracterizado por crear entusiasmo entre los trabajadores al priorizar la participación de todo el grupo. El líder promueve el diálogo entre los miembros de su equipo y, aunque la decisión final siempre la toma el superior, este tiene en cuenta todas las opiniones.
Como su propio nombre indica, hablamos de una dirección participativa, que crea entusiasmo entre los trabajadores. Por ese motivo no sorprende que el tipo de liderazgo democrático sea el más deseado por el 35% de los encuestados, solo superado por el transformacional, que ha sido elegido por el 37% de los trabajadores como el liderazgo que les gustaría vivir en su empresa.
Este último consiste en un tipo de dirección centrado en el capital humano donde se reta, motiva y valora a los equipos, ya que son considerados como una parte esencial de la evolución y crecimiento de la empresa. Esta gestión potencia el compromiso de los trabajadores y su implicación en los proyectos, que los asumen como propios, por lo que se trata de una gestión más acorde a los tiempos actuales. A pesar de esto, y aunque es el favorito de los españoles, solo un 16% lo vive en la empresa en la que trabaja.
Por su parte, un 15% de los españoles declara tener un líder delegativo. Este tipo de liderazgo, también conocido como laisser-faire, se basa en la teoría de que los empleados con mucha experiencia, entrenamiento y motivación necesitan menos supervisión para ser productivos y, por tanto, el líder no interviene, ni controla, ni da un feedback regular a su equipo, salvo que sea totalmente necesario.
Es el estilo de liderazgo que más libertad da a los miembros del equipo y, según los datos de InfoJobs, un 14,5% de los españoles afirma que le gustaría trabajar bajo este tipo de liderazgo en su empresa.
Por último, nos encontramos con un estilo transaccional, que vive el 7,5% de la población activa en su empresa. Este estilo de dirección se basa en transacciones para liderar a su equipo, es decir en procesos de intercambio. Así los trabajadores reciben premios por su desempeño laboral y, al mismo tiempo, el líder se beneficia de que se cumplan las tareas u objetivos.
El liderazgo transaccional es frecuente en equipos de ventas, donde la motivación se suele conseguir a través de comisiones o bonus. Según los datos del estudio realizado por InfoJobs solo 1 de cada 10 empleados (11%) se decanta trabajar bajo este modelo de dirección.