A mediados del año pasado los datos de crecimiento del volumen en manos de las empresas españolas de asesoramiento financiero (EAFI), del 5% de enero a junio de 2013, hacían a los expertos hablar de lentitud. Pero las últimas cifras que ha publicado el supervisor español, la CNMV, hablan de un acelerón a lo largo del año pasado. Entre unas condiciones de mercado favorables que engordaron las carteras y la captación de nuevo negocio, sobre todo de los inversores minoristas, las EAFI cerraron 2013 con un crecimiento de patrimonio asesorado del 19,31%, pasando de los 14.776 millones de euros de finales de 2012 a los 17.630 millones un año después. Y también aumentaron en número, pasando de 101 a 126 entidades.
En opinión de Javier Kessler, presidente de Aseafi, este crecimiento muestra cómo la consolidación de la figura en el mercado español es un hecho. “Como otras empresas de servicios de inversión, las EAFI están creciendo para cubrir las necesidades en el área del asesoramiento, transfiriendo una información y conocimientos muy positivos para la industria y para los clientes”, comenta a Funds Society.
Aunque parte de este crecimiento puede explicarse por el efecto mercado, las EAFI también están captando clientes, pues el número de contratos aumentó casi un 15% a lo largo del año pasado. “Se está produciendo un crecimiento conjunto del sector como consecuencia de la llegada de nuevos clientes a la industria de asesoramiento patrimonial y planificación financiera”, según Kessler, como consecuencia de un entorno de bajos tipos de interés y el fin de los depósitos extratipados que hace necesaria la búsqueda de otros instrumentos financieros, como los fondos. Y en esa búsqueda, los clientes necesitan contar con profesionales cualificados, como las EAFI.
Crecimiento entre los minoristas
Entre los clientes que están demandando los servicios de las EAFI con más fuerza destacan los particulares. El número de contratos ha crecido un 14% en el último año, sobre todo entre aquellos que cuentan con más de 3 millones de euros (con un crecimiento en número de casi un 40%), y cuyo patrimonio asesorado se ha disparado casi un 53% (entre los clientes con más de 3 millones el crecimiento del volumen asesorado es del 64%).
Los profesionales han elevado sus contratos con las EAFI en un 34% si bien ese aumento se ha traducido en solo un 10% de crecimiento de su patrimonio asesorado, ya que los contratos que más han aumentado han sido los de patrimonio más reducido, de hasta 600.000 euros. En la categoría de otros clientes, como pueden ser las empresas, los contratos han crecido un 20% y el patrimonio bajo asesoramiento, más de un 30%.
Con estos datos sobre la mesa, parece claro que la EAFI se consolida y está dando “cada vez más servicio al cliente minorista”, según Kessler. De hecho, si a finales de 2011 el segmento de patrimonio de clientes particulares asesorado por las EAFI representaba un 13% de su volumen total, un año después su peso era del 22% y a finales de 2013, del 28%. Es decir, casi 3 de cada 10 euros asesorados por las EAFI pertenecen al inversor particular, el doble que hace solo dos años. Mientras, el peso del profesional ha pasado del 24% hace un año al 22% actual. El apartado “otros clientes” cuenta con el 49% del volumen.
“Se está produciendo una segmentación del mercado entre gestores, asesores y comercializadores y el asesoramiento va consolidando posiciones. La legislación va por ese camino de desarrollar el asesoramiento financiero. El sector ha de trabajar conjuntamente para luchar contra el intrusismo”, reivindica Kessler.
2 de cada 10 euros en retrocesiones
En este contexto de crecimiento del negocio y de captación de clientes, sobre todo minoristas, los ingresos por comisiones de las EAFI aumentaron casi un 27% el año pasado. Ese incremento procedió sobre todo del cobro a los clientes, que aumentó un 26,5%, sobre todo en servicios de asesoramiento financiero (con un crecimiento del 25,67%) y asesoramiento a empresas sobre estrategias de capital, fusiones y adquisiciones (con un crecimiento del 117% en el año). Los ingresos por elaboración de informes, sin embargo, cayeron el 6,4%.
A ese crecimiento de ingresos también contribuyó el aumento en las comisiones percibidas por parte de otras entidades, que aumentaron un 28%. En este contexto, las retrocesiones percibidas se dispararon un 27% en 2013, hasta acercarse a los 6,5 millones de euros. Una cifra que supone el 19,3% de los 33,28 millones de euros obtenidos en ingresos por comisiones, lo que quiere decir que dos de cada 10 euros de ingresos de las EAFI proceden de las retrocesiones.
Aunque este dato es, para Kessler, “muy significativo de que la gran mayoría del negocio, el 80%, procede del cliente”, también es cierto que el peso de los incentivos ha crecido en los últimos dos años, pasando de suponer el 15,2% a finales de 2011 al 19,3% actual. Sin embargo, para Kessler ese crecimiento también es lógico, en la medida en que conforme aumenta el apetito por productos de mayor riesgo, las retrocesiones cobradas por el distribuidor aumentan. Actualmente, existe una tendencia a abandonar las posiciones más conservadoras, que dan menores retornos, e incluso a virar las carteras hacia la renta variable.