Los family offices están diseñados para preservar la riqueza de los grupos familiares con un elevado patrimonio construido de generación en generación con esfuerzo, mucho trabajo y en base a unas fuertes convicciones empresariales compartidas por todos los miembros. Una realidad que los family offices deben entender a la hora de ofrecer un servicio de elevado valor añadido acorde a la concepción e intereses de las familias.
Creand Wealth Management (Banco Alcalá S. A.), entidad especializada en banca privada y gestión de patrimonios en España, que cuenta con cerca de dos décadas de experiencia en la gestión de family offices, analiza las claves para entender su papel estratégico y las tendencias de futuro en un escenario cada vez más complejo y competitivo para obtener la confianza de los clientes.
Sofisticación y reputación: crear valor añadido a largo plazo
En los últimos años y como consecuencia de la mayor complejidad de los mercados, la creciente regulación y las estructuras familiares más globales, los family offices, además de la gestión de las inversiones y del control y la planificación intergeneracional, son conscientes de que la clave del éxito reside en su capacidad de sofisticación, es decir, de ofrecer un valor añadido adicional a los clientes, que profundice más allá del foco financiero y que entienda la esencia de cada grupo familiar para atender a sus objetivos concretos.
Esta profundización consiste en obtener rentabilidad y elegir el mejor producto, además de tener en cuenta recursos de optimización fiscal y la creación de mecanismos de control y nuevos protocolos familiares que logren alcanzar soluciones de inversión alineadas con su cultura y visión.
Mayor tamaño en una industria cada vez más atomizada
Las entidades que ofrecen servicios de family office deben adoptar un mayor tamaño para ser rentables en un entorno de creciente regulación y complejidad de los requerimientos de compliance. Uno de los objetivos debe ser contar con los recursos que permitan ofrecer la mejor cobertura a grandes grupos familiares, así como tener más agilidad en los movimientos a la hora de ofrecer un servicio a medida que se adapte a cualquier circunstancia.
Este mayor tamaño puede ayudar a ampliar la definición de valor y riesgo a la hora de incluir, por ejemplo, nuevas tendencias como la inversión según criterios ESG en base a parámetros medioambientales, sociales y de buena gobernanza.
La internacionalización de los grupos que gestionan los family offices también es un elemento positivo para adoptar sinergias y la integración de nuevas tendencias a nivel global en la gestión del patrimonio familiar.
Personalización: innovar en torno al propósito, las prioridades y el legado familiar
El trato personalizado es un elemento diferenciador para ofrecer el mejor servicio, por lo que es fundamental construir sobre valores compartidos y trabajar de forma personalizada en la creación de una estructura de gobierno clara, coherente y profesionalizada que refuerce las fortalezas de la empresa. Además, resulta prioritario mantener una comunicación fluida en lo referente al patrimonio, las relaciones y la propiedad de la empresa.
Los family offices han evolucionado hacia una consolidación de la confianza y el vínculo establecido con los clientes hasta el punto de adelantarse a sus demandas. Conocen de forma intrínseca la filosofía de inversión de la familia, abordándola desde una fase temprana y de forma intergeneracional. Comprender las preferencias, emociones y comportamientos de todos los miembros es una de las principales transformaciones que han llevado al éxito actual de los family offices.
Cohesión entre fiscalidad y gestión de la cartera
Los cambios en el panorama patrimonial y normativo afectan a todos los aspectos de la estrategia, la planificación y la ejecución de los family offices. Esto requiere aportar un asesoramiento integral con un servicio que no esté enfocado solo a la inversión, sino ampliándolo a la planificación global del patrimonio, incluidos aspectos fiscales o regulatorios, y a la gestión de riesgos, un ámbito altamente demandado en la gestión del patrimonio familiar.
Mejorar la eficiencia para ofrecer mejor servicio es uno de los pilares en los que se sustentan los family offices. Su valor añadido pasa por su compromiso y adaptación de forma proactiva para satisfacer las crecientes expectativas de las familias, las empresas y los stakeholders en lo que respecta a la regulación.
La tecnología en primera línea
La elección correcta de la tecnología es fundamental para alcanzar con eficacia los objetivos y gestionar con agilidad los cambios. Una clara apuesta por la tecnología ayuda a disponer de información consolidada, a obtener una visión global de los distintos activos y de las posibles implicaciones fiscales, y a contar con un conocimiento más profundo de las inversiones para identificar los riesgos futuros.
La capacidad de escalar en todos los niveles con la ayuda de la tecnología y la digitalización hace a los family offices más competitivos. Administrar la información relativa a la familia y a otros contactos mediante un sistema de CRM o recopilar la documentación de las reuniones importantes y de los principales eventos familiares, pueden marcar la diferencia, ahorrar tiempo y ofrecer una visión global y transparente de la relación.