Para las mujeres líderes empresarias de los Estados Unidos trabajar arduamente es lo que más contribuye para tener éxito profesional, sin embargo están menos dispuestas a asumir grandes riesgos para avanzar en sus carreras. Estas opiniones surgen de la última encuesta de KPMG titulada Women’s Leadership Study, que fue realizada a 2.000 mujeres líderes de ese país que desarrollan sus actividades en empresas.
La muestra ayuda a entender los distintos comportamientos de las mujeres que llegan a esas posiciones en una organización. En cuanto a las claves que pueden explicar el éxito profesional según las respuestas aparecen el trabajo arduo (78%), ser detallista (45%) y organizada (45). Otro tema interesante es que el dinero sigue siendo un factor importante y motivador. De hecho, los ejemplos en los que las mujeres decidieron asumir riesgos, el principal incentivo fue la oportunidad de ganar más dinero. Este tema está igualmente presente en todos los niveles de experiencia y entre las mujeres de todos los grupos étnicos/raciales del país.
Con relación a los riesgos, 7 de cada 10 mujeres (69 %) están dispuestas a asumir pequeños riesgos para avanzar en sus carreras, pero muchas menos (43 %) aceptan tomar grandes riesgos sobre todo a medida que adquieren más experiencia. De hecho, el 45% de las encuestadas, con menos de cinco años de experiencia, afirma estar dispuesta a asumir mayores riesgos para seguir creciendo, respecto del 37 % con más de 15 años de trabajo. Más de la mitad de las consultadas (55 %) cree que quienes toman riesgos profesionales progresan más rápidamente que otras; y entre los potenciales beneficios que traerían citan el progreso profesional, el desarrollo personal, y la construcción de respeto entre colegas. Al preguntarles acerca de qué ha contribuido más a su éxito personal y profesional, asumir riesgos queda al final de la lista. Entonces, ¿qué tipo de riesgos asumen las mujeres con confianza?: participar de un proyecto (69%), la responsabilidad de un proyecto que les es nuevo (66%), y vender una nueva idea (57%).
Sólo una minoría de las encuestadas indicó haber hablado sobre sus logros o haber elevado su visibilidad personal externa durante los últimos tres años. Lo interesante es que las mujeres extremadamente seguras se sienten un 22 % más cómodas promoviéndose a sí mismas. Asimismo, las mujeres identificadas como extremadamente seguras se sienten un 25 % más cómodas al solicitar un nuevo puesto. Esta misma dinámica se repite en los tipos de riesgos que las mujeres aceptan asumir. Las encuestadas se manifestaron más seguras al asumir riesgos que beneficien a sus compañías/grupos, antes que las beneficien a ellas mismas. Sólo un tercio se sienten seguras al solicitar un sueldo mayor; están menos dispuestas a hablar sobre sus logros (43%), hacer una gran presentación (43%), pedir un aumento salarial (35%), o cambiar de trabajo (35%).
Según el estudio las mujeres que indicaron sentirse muy seguras son las que probablemente se arriesguen a hacer algo por fuera de su zona de confort u ofrezcan comentarios cándidos y directos sobre el trabajo de los demás. La confianza y la capacidad de asumir riesgos van de la mano pero la relación es compleja y variada, existen diversos factores que impactan la forma en que las mujeres profesionales miden su confianza, y lo que las motiva a arriesgarse en el ámbito laboral o las disuade de no hacerlo. Y la mayoría afirma confiar en sí mismas en términos generales, tanto en su vida personal como profesional.
Por su parte, la seguridad profesional crece de la mano de la experiencia. El 75 % de las encuestadas con más de 15 años de trayectoria se siente segura a nivel profesional, respecto del 62 % de quienes tienen menos de 5 años de experiencia. Pero es aquí donde la confianza en una misma y la predisposición a asumir riesgos se intersectan. Tal como se mencionara, el 22 % de las mujeres encuestadas dijo no contar con la suficiente seguridad -como principal factor- y es lo que les impide asumir mayores riesgos en sus organizaciones. En tanto, el principal beneficio que muchas mujeres obtuvieron luego de arriesgarse fue sentirse más seguras de sus capacidades. Superar la falta de confianza podría, entonces, ser clave para crear un ciclo en el que el éxito al asumir riesgos fomente la resiliencia y la seguridad necesarias para seguir arriesgándose y avanzar.
El legado
Quizás el mejor indicador de la importancia de la confianza en sí misma es el siguiente: sólo el 22 % de las mujeres profesionales encuestadas dijeron que sus padres les habían inculcado desde pequeñas la importancia de confiar en sí mismas. Los valores más enseñados fueron el trabajo arduo (66 %) y el respeto (57 %). Ello también podría explicar por qué casi la mitad de las mujeres consultadas (43 %) dijeron que es probable que inculquen en sus propios hijos la importancia de la confianza en sí mismos, por sobre todo lo demás; y el 68 % afirmó que sus madres fueron el ejemplo a seguir en sus vidas.