La captación de clientes es uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan en España las compañías wealthtech, aquellas empresas tecnológicas orientadas a la inversión y a la gestión de patrimonios. Esa es una de las conclusiones de la jornada celebrada por la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), de la mano de sus asociados de la vertical de wealthtech, con la colaboración de CNMV, donde se discutió sobre la regulación y supervisión de este ecosistema y se analizaron los retos, oportunidades y nuevos modelos de negocio para las empresas y cuáles son las claves para crear un entorno favorable que fomente la innovación.
Los expertos que participaron en la jornada señalaron que el entorno wealthtech se encuentra ante una oportunidad única para revolucionar la transformación digital dentro del ámbito de la banca tradicional, aunque existen varios retos y barreras a las que se enfrentan.
Rodrigo García de la Cruz, presidente de AEFI, explicó que, a día de hoy, en España “existen sobre un centenar de empresas wealthtech, un 12% más que hace un año, con un tamaño considerable y margen de crecimiento, que proporcionan servicios como gestores automatizados (roboadvisors), distribución de fondos y ETFs o la gestión de ahorros para la jubilación, entre otros”.
Además, García de la Cruz explicó que “la banca privada tiene como reto la digitalización y las wealthtech pueden ayudar en términos de agilidad, innovación y mejora de la experiencia de usuario”.
Francisco del Olmo, subdirector responsable de Fintech y ciberseguridad del departamento de estrategia e innovación, dirección general de política estratégica y asuntos internacionales de la CNMV, comentó que “a través del portal de innovación de la CNMV (un espacio donde se promueven las iniciativas en el ámbito Fintech en España), se han recibido, desde su creación en 2016, más de 270 consultas o proyectos Fintech, de las que alrededor de medio centenar están relacionadas con el wealthtech”.
Para Del Olmo, quien explicó que la CNMV confía en que el Sandbox esté aprobado a finales de este año, una de las mayores preocupaciones del regulador es “que al inversor se le proporcione la información adecuada”, aunque aclaró que “bajo el principio de neutralidad tecnológica, a la gestión automatizada le es de aplicación la actual legislación de asesoramiento y gestión discrecional”.