Cuando los inversores piensan en invertir en empresas tecnológicas, las compañías estadounidenses son la primera opción que se les viene a la cabeza. En opinión de David Stubbs, responsable de la estrategia de inversión de clientes para EMEA de JP Morgan Banca Privada, las empresas europeas tecnológicas también son una buena oportunidad por su gran tradición innovadora.
Aunque muchas compañías líderes en sus respectivas áreas provienen de Europa, parece que las compañías tecnológicas europeas llaman menos la atención, especialmente en un espacio dominado por las FANGs: Facebook, Amazon, Netflix y Google. Sin embargo, muchas compañías líderes en sus respectivas áreas son europeas, como por ejemplo, siete de las 11 mayores empresas de software industrial del mundo, que representan el 50% de la facturación global de software industrial. Por eso, desde JP Morgan Banca Privada destacan que Europa ofrece muchas oportunidades de inversión, especialmente en las áreas que combinan la tecnología con otras industrias.
En su última edición de Perspective from Europe, la firma identifica dos temas que impulsarán la innovación en el sector tecnológico en toda Europa: la Industria 4.0 y la nueva generación de automóviles. “Muchos inversores tienen poca exposición a compañías tecnológicas europeas porque el sector está infrarrepresentado en los índices de renta variable, tanto globales como nacionales, especialmente en los que se centran en compañías de mayor capitalización. No obstante, si ampliamos el universo a todos los sectores y buscamos compañías que utilizan la tecnología para impulsar el crecimiento, en Europa podemos encontrar muchas oportunidades”, explica Stubbs.
En su opinión, la tecnología y, concretamente, la tecnología digital, tiene tantas interconexiones con tantos negocios, y con nuestra vida social y económica, que cada vez resulta más difícil separar lo “tecnológico” de lo “no tecnológico”. Hemos identificado dos áreas de interés en las que se unen tecnología e industria: el concepto de “Industria 4.0” y la transición a una nueva generación de automóviles.
Industria 4.0
Según el análisis de la entidad financiera, actualmente se espera que la llamada Industria 4.0 –que forma parte de lo que se conoce como el internet de las cosas, centrado en el sector manufacturero– va a crecer considerablemente, con una tasa media anual del 22% hasta alcanzar un valor de 287.000 millones de euros en 2020. Europa representa más de una tercera parte de las inversiones globales en la Industria 4.0, y los países de Europa occidental y septentrional son sus mercados principales, especialmente Alemania. Las iniciativas europeas a nivel regional y nacional están facilitando el desarrollo de la Industria 4.0, y reduciendo las barreras de entrada.
“Muchas de estas nuevas tecnologías de la Industria 4.0 están convirtiéndose rápidamente en nuevos estándares industriales, de forma similar a la computación en la nube. Hay distintos elementos catalizadores que impulsan este crecimiento: nuevas tecnologías para pymes, estándares europeos, políticas para el desarrollo de nuevas tecnologías y mejoras industriales para afrontar los cambios demográficos,” añade Stubbs.
“Aunque ya se han realizado progresos llamativos, la adopción de estas tecnologías en Europa está a punto de acelerarse. El CBI ha identificado a una serie de países como punteros en temas de Industria 4.0, incluyendo Alemania, Irlanda, Suecia y Austria. Esto supone que el resto, que representan la mayor parte de la economía de Europa, constituyen una fuente de crecimiento para inversores y proveedores de servicios de tecnología. Es probable que la escasez de mano de obra en la mayoría de los países europeos, que se observa especialmente en la República Checa, Hungría, Eslovaquia, Eslovenia y Lituania, fomente esta tendencia”, sostiene el experto de J.P. Morgan Banca Privada.
Generación de automóviles
Europa lleva décadas a la vanguardia de la industria automovilística, pero, en la actualidad, el mundo se dirige rápidamente a una revolución de los transportes. Las innovaciones simultáneas del car-sharing, la conducción autónoma y la electrificación prometen transformar nuestras calles, fábricas y concesionarios. Desde JP Morgan Banca Privada defienden que Europa está bien posicionada para aprovechar esta tendencia.
En opinión de Stubbs, el motor de combustión está iniciando un declive global estructural, y se prevé que en las próximas dos décadas sea sustituido por vehículos eléctricos. Los líderes europeos en la fabricación de automóviles ya están invirtiendo en sus negocios con el objetivo de electrificar sus flotas. Con la rápida caída de los costes de las baterías eléctricas, la introducción de nuevas regulaciones por parte de los gobiernos para reducir las emisiones y la mejora de las baterías de los vehículos eléctricos, los datos apuntan a un incremento de la demanda global a una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 23% entre 2020 y 2025
“Europa es uno de los líderes en tecnología e industrias tecnológicas, y la Industria 4.0 y los vehículos eléctricos son tan sólo dos de las tendencias que impulsarán la innovación. La caída de los costes, las regulaciones gubernamentales y los cambios demográficos se están uniendo para acelerar la adopción de estas tecnologías por empresas y consumidores”, concluye.