JP Morgan Banca Privada ha presentado su informe de perspectivas globales de inversión para 2024. Bajo el título “Tras el reajuste de los tipos: reconfiguración de la inversión”, el informe valora la situación actual de los mercados ante una nueva era para los inversores, y define cinco consideraciones a tener en cuenta para navegar en este nuevo entorno.
“Hace tres años, casi el 30% de toda la deuda gubernamental mundial cotizaba con un rendimiento negativo. Parecía que la era de los tipos de interés superbajos terminaría nunca, pero eso se acabó”, ha comentado Luis Artero, director de inversiones de JP Morgan Banca Privada en España. “Los mercados han entrado en una época completamente nueva para los tipos de interés. Es el momento para que los inversores piensen en sus objetivos de inversión y en cómo adaptarse a este entorno de mercado, y aprovecharlo».
Para Clay Erwin, director global de Inversiones de JP Morgan Banca Privada, «la subida de los rendimientos de la renta fija mundial no solamente es histórica, sino que puede marcar una ocasión única en toda una generación como punto de entrada para los inversores, algo que podría no estar disponible dentro de un año».
Para aprovechar esta nueva dinámica de inversión en un mundo con tipos del 5%, el informe de Perspectivas de Inversión 2024 de JP Morgan Banca Privada explora cinco aspectos importantes.
Es probable que la inflación se estabilice, pero hay que protegerse contra ella
“Las perspectivas inflacionistas son hoy mucho menos sombrías que hace un año. Sin embargo, creemos que el mandato de los bancos centrales de una inflación del 2% se convertirá en el suelo de la inflación, no en el techo. Por lo tanto, los inversores todavía han de prepararse para un mundo de inflación elevada, sólo que no tan alta como la que hemos experimentado recientemente», comenta Erwin.
Para hacer frente a la perspectiva de una inflación más significativa en 2024 y más allá, los inversores podrían mirar primero a la renta variable. Las empresas cotizadas están en disposición de seguir manteniendo su poder de fijación de precios y sus márgenes.
Además, mientras que en el ciclo anterior los inversores recurrieron a la renta fija para aislar sus carteras de la ralentización del crecimiento, el informe Perspectivas 2024 de la firma señala que los inversores deberían considerar los activos reales como cobertura frente a la inflación en el próximo ciclo.
El dilema de la liquidez: las ventajas y los riesgos de mantener demasiada
La baja volatilidad y los rendimientos del 5% del efectivo han sido un imán para los clientes de banca privada de JP Morgan, que mantienen bastante más efectivo que hace dos años, habiendo añadido al menos 120.000 millones de dólares más en fondos del mercado monetario a corto plazo y en letras del Tesoro. Esta es una tendencia global, pero particularmente fuerte en EE.UU., donde los clientes tienen más del doble de sus inversiones en bonos del Tesoro y mercados monetarios a corto plazo que sus homólogos fuera de EE.UU.
«Es bueno mantener efectivo cuando los tipos son altos y los mercados son muy volátiles», afirma Clay Erwin. «El efectivo funciona mejor que las acciones y los bonos cuando los tipos de interés suben rápidamente y los inversores cuestionan la duración del crecimiento de los beneficios empresariales. Pero creemos que esto es lo mejor que se puede obtener del efectivo”.
Los bonos son competitivos: ajuste la combinación en función de sus ambiciones
Aunque este año ha sido doloroso para los bonistas, el nuevo régimen de tipos representa un reajuste en la fijación de precios en el mercado de bonos, y los bonos pueden estar ahora preparados para ofrecer una buena rentabilidad de cara al futuro. En comparación con las acciones, los bonos no resultaban tan atractivos desde antes de la crisis financiera mundial. A pesar de ello, cuatro de cada cinco clientes de JP Morgan Banca Privada no han aumentado sustancialmente su asignación a la renta fija en los últimos dos años.
«En los bonos buscamos estabilidad e ingresos”, afirma Luis Artero, “dado el reciente aumento de los rendimientos, desde nuestro punto de vista los bonos están ahora bien posicionados para cumplir su cometido en ambos casos”.
La renta variable, hacia nuevos máximos
En cuanto a la renta variable, el informe de perspectivas de JP Morgan Banca Privada destaca que ésta ofrece a los inversores la posibilidad de ganancias significativas en 2024. Aunque el crecimiento económico se ralentice por la subida de tipos, el incremento de los beneficios de las acciones de gran capitalización debería acelerarse y podría impulsar al alza los mercados bursátiles durante el próximo año.
Los inversores no parecen haber desaprovechado dicha oportunidad de valoración. Mientras que el S&P 500 cotiza con una valoración superior a la media, se puede encontrar un descuento sustancial en las empresas estadounidenses de mediana y pequeña capitalización, así como en los valores europeos y de los mercados emergentes.
Además, el futuro de la inteligencia artificial y el potencial alcista de las acciones de las farmacéuticas, con una cuota creciente en el ámbito de la pérdida de peso, también ofrecen una oportunidad atractiva para los inversores de cara al próximo año.
Posibles focos de tensión crediticia, pero limitados y manejables
Un hecho ineludible del actual ciclo económico es que la subida de los tipos de interés dificulta la obtención de crédito. Así, las perspectivas de JP Morgan Banca Privada para el próximo año vislumbran posibles tensiones en determinados sectores del mercado de crédito. Por ejemplo, los préstamos inmobiliarios comerciales, los préstamos apalancados y algunas áreas del crédito al consumo, como los automóviles y las tarjetas de crédito, y el crédito corporativo de alto rendimiento podrían ser vulnerables.
No obstante, desde la firma de banca privada se considera que estas tensiones serán manejables, y no darán lugar a una recesión en 2024.