“El sector de inversión no consigue llegar a las mujeres”, alerta Hanneke Smits, CEO de BNY Mellon IM, quien insiste en que, según revela un reciente estudio de la entidad, las barreras que impiden un mayor nivel de participación femenina demuestran que el sector de la inversión no consigue atraerlas y estimular su participación en la misma medida que a los hombres.
“Esta es una industria que tradicionalmente ha sido formada por hombres y para hombres. Por ejemplo, nueve de cada diez gestores de activos encuestados admitieron que su cliente por defecto es un hombre. Las mujeres son más propensas a analizar los riesgos, lo que tiene sentido cuando vemos el obstáculo de los ingresos: de media y a nivel mundial, las mujeres piensan que necesitan 4.092 dólares de renta disponible cada mes antes de poder empezar a invertir parte de su dinero”, apunta.
¿Cómo conseguir una mayor participación femenina? Smits asume la responsabilidad y considera que les corresponde a ellos, el sector de la inversión, liderar el cambio, “inspirando e incluyendo a más mujeres en todo lo que hacemos”. Un esfuerzo que también debe orientarse hacia las potenciales inversoras más jóvenes.
“El camino hacia la inversión inclusiva subraya que el estereotipo tradicional de la persona interesada en invertir está anticuado. Las mujeres jóvenes también están interesadas en invertir, pero necesitan inspiración para hacerlo. El 71% de las mujeres menores de 30 años que ya invierten prefieren hacerlo en empresas que apoyan sus valores, frente al 53% de las mujeres mayores de 50 años. Creo que estos datos demuestran que estamos ante un futuro sostenible y que las mujeres, en particular, defienden estos principios”, reflexiona.
Aumentar la participación de la mujer, un paso fundamental para ellas y el planeta
La inversión responsable también permite a las mujeres defender las causas en las que creen, utilizando su dinero para ayudar directamente a alcanzar objetivos sociales y medioambientales. Una mayor atención a este tipo de mensajes y a los beneficios generales de la inversión debería contribuir a atraer a más mujeres. Además, una mayor inclusión en la industria también debería ayudar a lograr mayores niveles de participación femenina y, en última instancia, de inversión; pero para que se produzca un cambio significativo en la industria, todas las personas tendrán que ayudar a impulsar el cambio, independientemente de su género.
Según explica, aumentar la participación de las mujeres en la inversión no solo es fundamental para su prosperidad personal, también ayuda a forjar un futuro más equitativo para todos. “De este modo, se podrá aumentar la asignación de capital en beneficio de la sociedad y el medio ambiente”, añade.
Tanto es así que la investigación de BNY Mellon IM revela que las mujeres quieren invertir de una manera que tenga un impacto social y medioambiental positivo, por lo que, si las mujeres invirtieran al mismo ritmo que los hombres podría haber más de 3,22 billones de dólares de capital adicional para invertir en todo el mundo, con más de 1,87 billones de dólares destinados a inversiones más responsables.
De esta forma, el fomento de mayores niveles de inversión femenina podría hacer que fluyera aún más capital hacia los fondos con objetivos sociales y medioambientales. Por ejemplo, más de la mitad de las mujeres (55%), invertiría (o invertiría más) si el impacto de su inversión se alinease con sus valores personales, y el 53% invertiría (o invertiría más) si el fondo de inversión tuviese un propósito positivo claro.
“Lo que parece estar claro es el hecho de que, si se anima a las mujeres a invertir, a que se acerquen al mundo de la inversión y a que adquieran las habilidades, los conocimientos y las herramientas que necesitan, esto hará que la inversión responsable forme parte de una conversación activa en todos los ámbitos, tanto financieros como sociales”, concluye.