El Club de Excelencia en Sostenibilidad, junto con ABB, Endesa, SEAT y la Fundación Renault para la Inclusión y la Movilidad Sostenible, ha presentado la segunda edición del “Estudio del Observatorio sobre el Estado de la Movilidad Sostenible en España”, cuyo objetivo es identificar las principales tendencias en esta materia y compartir las mejores prácticas en el ámbito público y privado.
La movilidad urbana es un problema actual presente en sociedades con diferentes niveles de desarrollo, y su gestión incide directamente en los índices de calidad de vida de la población. Según el último informe de la OMS, la contaminación atmosférica mata a 10.000 personas al año en España.
Hacer la movilidad más sostenible es una prioridad de gobiernos y empresas ya que contribuye a la lucha contra el cambio climático, a una mejor salud pública, mejora la calidad de vida de ciudadanos y empleados e incide de una forma positiva en los resultados económicos de las empresas.
Durante el acto se presentaron las principales características de la movilidad sostenible en España y los retos a los que se enfrenta tras el COVID-19. Además, empresas líderes en el tema compartieron su experiencia. Juan Alfaro, Secretario Club de Excelencia en Sostenibilidad, mencionó las oportunidades que pueden surgir en el mundo de la movilidad sostenible a raíz de una crisis como la que estamos viviendo.
Principales tendencias en la movilidad pos-COVID
La pandemia ha precipitado tendencias que habían surgido e iban en crecimiento y que posiblemente se convertirán en cambios estructurales en nuestra sociedad. Desde el Observatorio localizan cuatro tendencias clave: la adopción de nuevas decisiones de urbanismo, cambios en el volumen de desplazamientos, nuevas preferenicas en movilidad y nuevos incentivos para los coches eléctricos.
Se adoptan nuevas decisiones de urbanismo y movilidad. La pandemia es una oportunidad para repensar la ciudad, los expertos de todo el mundo apuestan por un diseño de ciudad con más espacio para el peatón y el vehículo de dos ruedas con un transporte público más fortalecido. En consecuencia, se aboga por una reducción de la velocidad en los centros urbanos para evitar colisiones y garantizar la seguridad vial.
Tenemos nuevos motivos para desplazarnos o para dejar de hacerlo. La movilidad al trabajo se reduce en detrimento del teletrabajo, así como la formación a través de plataformas online. Reducimos nuestra movilidad para adquirir productos y aumentan las ventas online, lo que impacta en la movilidad dentro de los centros urbanos de los servicios de transporte, que se enfrentan a la necesidad de tener flotas cero emisiones.
Surgen nuevas preferencias en movilidad. Aumenta el interés por el desplazamiento en vehículo de uso individual y se reduce el uso del transporte público. Aquí surge una nueva oportunidad para las empresas de car sharing. También aumenta el interés de uso del vehículo de dos ruedas, sobre todo la bicicleta y surgen ayudas públicas para su compra.
Aparecen nuevas oportunidades de impulso para el vehículo eléctrico. Desde un punto de vista de normativa e incentivos, el Plan Nacional de Energía y Clima y la recientemente aprobada ley de Cambio climático y transición energética son un importante respaldo a la movilidad sostenible. Por último, la conciencia ciudadana desea ciudades más limpias y menos ruidosas, y lo ha ratificado durante el confinamiento.
Principales conclusiones del Observatorio
El estudio pone de manifiesto que la movilidad sostenible se ha convertido en un área transversal y estratégica tanto en los diferentes ámbitos de la política pública como para las grandes empresas. Desde la administración pública se ha incrementado el apoyo a la movilidad sostenible, impulsando la demanda, apoyando la industria y la infraestructura, a diferentes escalas: Unión Europea, desde el Estado central, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos.
Por otra parte, el número de empresas con planes de movilidad sostenible ha aumentado 4 puntos en los últimos dos años. Aproximadamente el 44% de las empresas grandes españolas cuentan con un plan de movilidad sostenible.
Aliados fundamentales de la movilidad sostenible son las políticas públicas de incentivos tales como las ayudas económicas o la exoneración de impuestos para la compra de vehículos impulsados por energías limpias o la posibilidad de transitar por el centro de las ciudades. También los avances de la digitalización y la tecnología: apps, smartphones, big data, el internet de las cosas, motores eléctricos, va a ofrecer una ventana de oportunidad para que las ciudades disfruten de una movilidad eficiente, saludable, rentable y respetuosa con el medio ambiente. Y desde luego se confirman los beneficios que obtienen las empresas que impulsan estrategias de movilidad sostenible: reducción de los tiempos de desplazamiento y eficiencia del uso del tiempo, reducción de costes económicos, mayor satisfacción del personal y productividad en el trabajo y fomento de la conciliación, son algunas de ellas.
Madrid, Tarrasa y Barcelona, ciudades volcadas en el coche limpio
Los vehículos limpios ganan, poco a poco, presencia en las calles y carreteras del país. Cada vez es más frecuente oír el zumbido sordo de los automóviles impulsados por baterías. Sobre todo, en algunos municipios. Madrid, Tarrasa y Barcelona son las localidades donde una mayor proporción de conductores apuesta por turismos con motor híbrido o eléctrico. Esta es una de las conclusiones del estudio «El coche eléctrico en España. El parque de turismos por tipo de motor» recién elaborado por Estamos Seguros en colaboración con el Centro Zaragoza.
De acuerdo con la Estadística del Seguro del Automóvil (ESA), en España hay 23,89 millones de turismos. De estos, 14,97 millones son diésel, 8,57 millones son gasolina y los 348.603 restantes utilizan otros mecanismos de propulsión. Principalmente, motores híbridos y eléctricos. El peso, pues, de los coches limpios sobre el conjunto del parque móvil de coches es todavía de un modesto 1,46%.
Un análisis del reparto territorial sitúa a Madrid y Cataluña en la delantera, tanto en términos absolutos como proporcionales. La primera de estas dos provincias alberga 85.548 vehículos limpios que equivalen a un 2,50% del parque móvil madrileño. Entre tanto, por la segunda ruedan otras 66.630 unidades, que constituyen el 2,10% del parque móvil catalán. Después la clasificación se bifurca. En cifras absolutas destacan Andalucía (46.931 unidades) y la Comunidad Valenciana (32.543), en lógica concordancia con su peso demográfico. Mientras tanto, Baleares llama la atención en términos proporcionales: un 1,85% de su parque móvil corresponde a vehículos limpios.
Los vehículos limpios actuales carecen de una autonomía equiparable la de los motores gasolina o diésel. A esto hay que sumar el inconveniente que supone para los trayectos interurbanos largos la inexistencia de una red de electrolineras tupida en España. Sin embargo, también es cierto que híbridos y eléctricos generan importantes ahorros de combustible en los trayectos cotidianos. La combinación de estos factores explica por qué esta tipología de vehículos está ganando aceptación entre quienes viven los atascos más de cerca: los habitantes del extrarradio de una ciudad grande. Entre las 20 localidades donde hay más vehículos de este tipo en términos absolutos figuran siete municipios de la periferia de Madrid. Son Pozuelo de Alarcón, Getafe, Las Rozas, Alcobendas, Móstoles, Leganés y Alcorcón.
El conductor más habitual de un vehículo limpio es una persona de entre 50 y 65 años La mitad de los turismos híbridos y eléctricos de España son conducidos por una alguien en esa franja de edad. Un análisis por sexos revela que casi tres de cada cuatro vehículos limpios tienen a un varón como primer conductor en el seguro del coche.