¿Funciona el capitalismo como debería? ¿Cómo nos comportaremos como administradores de nuestro planeta? ¿Hemos elevado el trabajo a un estado demasiado alto? Estas son algunas de las preguntas más repetidas durante 2019 que ha reunido LinkedIn con el objetivo de analizar el año que se va y la nueva década que empieza.
Después de diez años de cambios profundos, toca cuestionar el mundo que hemos construido, así como evaluar los valores que nos impulsan, por ello no es de extrañar que desde LinkedIn consideran que “existencial” es la palabra del año. En este sentido, el equipo de la red social ha tratado de resumir en varias ideas qué definirá 2020. Entre ellas destacan las relacionadas con el cambio climático y la vida sostenible, los cambios en la forma de innovar, la relación con el entorno laboral, cambios en la sanidad o el cuestionamiento del sistema capitalista.
1. La ventaja más deseada en el entorno laboral será la flexibilidad
La flexibilidad laboral ya no es algo de lo que disfrutan unos pocos trabajadores privilegiados, sino que se ha convertido en una demanda de todos. De hecho, multitud de países ya han experimentado con el diseño de semanas con solo cuatro días laborables. Microsoft ya lo intentó en Japón, mientras que en Gran Bretaña el partido laborista ya lo ha prometido en su programa electoral.
Los empleadores que han probado este método han asegurado que esta disminución de horas no ha influido en los resultados, sino todo lo contrario. “Menos horas no compromete la producción, además pueden conllevar menos costes laborales. No solo es algo que beneficia al empleado, también a las empresas”, explica John Pencavel, un profesor de economía en Stanford, especialista en entornos laborales y productividad.
Aquellos que más se van a beneficiar son las madres trabajadoras, quienes históricamente han sufrido recortes en salarios y ascensos a cambio de tener esa flexibilidad que está a punto de dejar de ser una excepción. Según una encuesta del Boston Consulting Group, entre las mujeres con títulos avanzados que dejaron sus trabajos, el 69% se habría quedado si les hubiesen ofrecido flexibilidad laboral.
2. Empezaremos la cuenta atrás del cambio climático
La presión pública sobre la crisis climática ha aumentado en 2019 de una manera que, francamente, pocos habían anticipado. Ahora comienza la cuenta regresiva final para 2030. En la próxima década, 184 países deben cumplir con los compromisos de reducción de emisiones que hicieron en París hace cinco años para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los dos grados. Pero esas promesas no se están cumpliendo y los científicos advierten que un objetivo de 1.5°C es más recomendable. Los activistas esperan que la COP sirva para establecer objetivos más ambiciosos, donde mantener la presión social será clave.
3. El capitalismo se va a cuestionar
Este año, el gestor de fondos y multimillonario estadounidense Ray Dalio escribía en un artículo viral que el capitalismo “estaba roto” y que «el mundo se acerca a un gran cambio de paradigma». Un escenario en el que quedarían dos opciones. La primera es una reforma del capitalismo que lleve a un sistema en el que las empresas adopten una postura en la que «se preocupen más por hacer crecer la tarta que por dividirla», explica Alex Edmans, profesor de finanzas en la London Business School. «La responsabilidad corporativa no es opcional», aclara.
La otra opción parte por el lado de los votantes y el gobierno. «La reforma no tiene que pasar a través de los gobiernos, pero sospecho firmemente que es la única forma en que lo hará», explica Jim O’Neill, economista y exministro conservador del gobierno británico. «El negocio sigue las reglas y las reglas no son lo suficientemente estrictas».
4. Hablaremos de forma más abierta en el trabajo sobre la salud mental
Solo la depresión y la ansiedad le cuestan a la economía global 1 billón de euros en pérdidas de productividad cada año, según detalla la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, llevar esa conversación al puesto de trabajo todavía es algo muy inusual.
“Existe un temor real de las grandes corporaciones a no estar configuradas para adoptar esta conversación de una manera segura para la empresa y para el empleado», dice Aaron Harvey, fundador de la fundación Made of Millions, quien publicó una guía de salud mental y comenzó la campaña de redes sociales #DearManager para alentar esta conversación.
5. De los unicornios a las cebras, la nueva clase de empresas que triunfará en la próxima década
Los inversores van a empezar a darse cuenta de la fatiga general de las empresas basadas en valoraciones exageradas y fantasiosas, algo que deja espacio para una nueva generación de startups: las cebras. La cofundadora y directora de Hearken, Jennifer Brandel, quien coescribió el manifiesto de «Zebra», explica: «Las cebras son startups enfocadas en solucionar problemas del mundo real mediante la creación de negocios sostenibles y rentables que crecen a un ritmo manejable y se basan en más valores además de ‘crecer rápido y salir a bolsa’». Los fundadores de las cebras son en su mayoría mujeres y empresarios minoritarios que quedaron fuera del modelo de capital riesgo durante años. No son empresarios en serie que buscan la primera oportunidad de vender sus empresas y sacar provecho de las opciones sobre acciones.
6. Las guerras del streaming sufrirán sus primeras bajas
“En 2020 se gastará más dinero en hacer programas televisivos propios que lo que se gastó en todos los años 90”, afirma Scott Galloway, profesor de marketinf en NYU’s Stern School of Business. “En 100 años miraremos atrás y la forma de arte que definirá a esta época será la televisión”, añade. Este año, Apple y Disney han lanzado nuevos servicios para competir con Netflix, Amazon y Hulu, pero muchas más les seguirán en 2020. “Netflix solía ser la única jugadora en el campo y de repente estamos en las olimpiadas”, añade Galloway.
“Netflix todavía tiene la ventaja de ser el primero, pero para jugadores puros como él o Hulu, que no tienen negocios auxiliares y deben pagar a Apple, Amazon o Google un peaje para llegar a nuestros dispositivos, la guerra por dominar el streaming será sangrienta”, concluye el experto.