HSBC ha presentado hoy sus resultados anuales con dos importantes novedades: recortará 35.000 puestos de trabajo y 100.000 millones dólares de activos. Según muestran sus resultados, el beneficio neto cayó un 53%, hasta los a 5.970 millones de dólares, y sus gastos operativos aumentaron un 22%. Frente a estos resultados, Noel Quinn, consejero delegado del grupo, quiso destacar “el comportamiento resiliente del grupo, pese a que algunas partes del negocio no hayan logrado unos retornos aceptables”.
La entidad ha compartido sus planes para 2020 y para lograr que los rendimientos del grupo mejoren de cara a 2022, y cumplir con la ambición de crecer y de mantener su política de dividendos. Estos planes incluyen reducir el capital y los costes de las actividades que están aportando menos rendimiento al grupo, para centrarse en aquella parte de negocio que tiene mejor comportamiento y perspectivas de crecimiento.
A la hora de reajustar su negocio y sus gastos, HSBC ha explicado que la reestructuración del banco estará liderada por Noel Quinn -que sustituyó en agosto a John Flint de forma temporal-, quien ha afirmado que “alrededor del 30% del capital está, actualmente, asignado a negocios que están dando rendimientos por debajo de su coste de capital, en gran parte en la banca global y los mercados de Europa y Estados Unidos». Por lo tanto “saldrá de los negocios” que considere poco eficientes cuando “lo vea oportuno”.
Por ejemplo, y según ha anunciado Quinn, a nivel mundial combinará su banca minorista, la unidad de gestión de patrimonios y la banca privada en una sola entidad para reducir costes. Según explicó el responsable de la entidad, esto supondrá eliminar muchas estructuras e incluso eliminar la parte de banca privada de la entidad, a finales de año.
Sobre el negocio en Estados Unidos, donde hasta el momento es uno de los bancos comerciales más grandes del país, el responsable del banco reconoció haberse planteado vender esta parte del negocio, pero lo desestimó porque “son una parte crucial de la red global del banco”. Lo que sí ha decidido es reducir a la mitad los activos de su banca de inversión y su presencia en el mercado, cerrando 70 de sus 229 sucursales. Lo que sí seguirá en venta, será el negocio francés de HSBC en Europa.
Por último, durante la presentación de los resultados, Ewen Stevenson, director financiero, señaló a los periodistas que habrá “importantes recortes de personal” en el banco de inversiones y en la sede central de HSBC en Londres. Actualmente, la entidad emplea a 235.000 personas, por lo que se habla de un recorte de 35.000 puestos. Además, según apuntan los medios internacionales, “la entidad espera incurrir en alrededor de 7.200 millones de dólares de costes debido a la reestructuración en los próximos años”.
La entidad también ha explicado los cambios que va a realizar en su negocio. En este sentido, su intención es invertir más en aquellas operaciones y negocios que puedan tener un rápido crecimiento en Asia y Oriente Medio, para así aumentar los ingresos de la entidad. Una medida que tiene sentido ya que el 50% de sus ingresos provienen de Asia, pese a que opera en más de 50 países del todo el mundo. En este sentido, Londres seguirá siendo el lugar de referencia para el banco, pero cada vez apoyará más operaciones en Hong Kong y Singapur.