España se encuentra entre las 16 naciones del mundo más influyentes en términos de soft power (poder blando). Según el informe Soft Power Index 2020 de Brand Finance, España, entre las 60 naciones de la lista, se ha ganado ese puesto con una puntuación final de 47,6, superando el promedio global de 40,8. Desde Brand Finance definen el poder blando como la capacidad de una nación para influir en las preferencias y comportamientos de varios actores en el ámbito internacional (estados, corporaciones, comunidades, públicos, etc.) a través de la atracción o la persuasión en lugar de la coerción.
El informe concluye que España es la nación más divertida con los habitantes más amigables. Esto se debe en gran medida al hecho de que España, sin duda, sigue siendo un referente internacional como nación de ocio y turismo. Un sector que contribuyó con 14.6% al PIB nacional en 2019. Esa fortaleza es la forma en la que España ejerce la mayor influencia en el resto de los países según el estudio.
Según Teresa de Lemus, directora de Brand Finance España: “Hoy en día todos los actores son elementos fundamentales de la estrategia de reputación país. La reputación país la construyen todos estos actores, los clubes deportivos y deportistas de élite, las organizaciones sociales, las empresas transnacionales, los artistas y el mundo de la cultura y por último, y más importante, todos los españoles.”
España ocupa el octavo puesto en términos de grado de familiaridad con la nación, es decir que el 75% (74,9) de los encuestados conoce bien a España. Solo Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, China y Japón lo superan.
Asimismo, España es vista por el resto de las naciones como un excelente lugar para visitar (calificación 7,5 sobre promedio 6,0) e, internacionalmente, la comida y la cocina española se encuentran entre las más valoradas del mundo (muy por encima del promedio, con una puntuación de 5 sobre un promedio de 3,1). El patrimonio histórico (puntúa 5.6 sobre un promedio de 4,6), arte (calificamos 4.8 frente a un promedio de 3) y su atractivo estilo de vida (4,5 sobre el promedio de 3,2) son algunos de los aspectos del pilar Cultura & Patrimonio por la que España supera ampliamente la media en soft power internacional.
Otro de los aspectos por los que España destaca como nación y ejerce influencia internacional es el deporte. Con una calificación de 4.4, el deporte español duplica la influencia internacional promedio establecida en 2,3. Según el ranking Brand Finance Football 50 2019, el Real Madrid es la marca de fútbol más valiosa y fuerte del mundo. Pero éste es solo un ejemplo, España es líder en muchos otros deportes como tenis, balonmano, ciclismo, natación, deportes de motor o patinaje artístico, entre otros. Deportistas españoles de la talla de Iker Casillas, Fernando Alonso, Rafa Nadal, Andrés Iniesta o Mireia Belmonte entre otros son conocidos y aclamados dentro y fuera de nuestras fronteras.
La gobernanza: la debilidad de España
A pesar de estos resultados positivos, el desempeño de España es agridulce en otras áreas, particularmente en gobernanza, relaciones internacionales, educación y ciencia. En términos de gobernanza, los resultados de España son mixtos. Nuestra nación se percibe en una posición muy similar a la de Polonia, mejor que Israel y peor que Portugal. Considerada eso sí, muy por encima del promedio en cuanto a «políticamente estable y bien gobernado», es considerado por debajo del promedio en cuanto a «altos estándares éticos y baja corrupción», algo inusual para los países de Europa occidental.
Probablemente esto se debe a los casos de corrupción que en los que se han visto involucrados miembros de alto rango de los gobiernos. Como era de esperar, los líderes españoles no son muy respetados internacionalmente en comparación con el promedio mundial. Alemania, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos y Japón lideran esta categoría.
Según detalla Teresa de Lemus: “Los recientes acontecimientos en Cataluña, los problemas para construir un gobierno de coalición y los efectos persistentes, y muy profundos, de la gran recesión presumiblemente han perjudicado a España en estas medidas. Obviamente, la fuerza y la estabilidad en el país son un precursor de la influencia en el extranjero, como lo demuestran sus resultados por debajo del promedio en «influyentes en los círculos diplomáticos». Tendremos que ver en los próximos años si España puede superar estos problemas.”
A pesar de estos problemas políticos y la “floja” influencia diplomática que ejerce nuestro país, el mundo considera que España posee marcas que el mundo adora, por lo que los mercados internacionales están bien preparados para comprar sus productos y servicios. Sin duda nuestras marcas, contribuyen muy positivamente a la construcción de la reputación de España. Sin embargo, las opiniones sobre la estabilidad de la economía española se sitúan alrededor del promedio global, la facilidad de hacer negocio es similar en promedio y, por lo tanto, debe mejorarse para que pueda generar inversiones extranjeras, particularmente en el área de «tecnología de vanguardia», donde España está por debajo de la media y muy lejos de los países top en esta categoría.
«En general, España es una nación muy influyente y tiene el potencial de ser una superpotencia de soft power, pero los problemas de gobernanza están retrasando el rendimiento. La influencia no trata solo de la belleza de un país y de su gente, que de España tiene de sobra, también trata de la estabilidad y la buena gobernanza en el hogar. España y su nuevo gobierno tienen trabajo que hacer, pero tienen los recursos y las personas necesarias para hacerlo, y no se debe subestimar su potencial”, concluye Lemus.