La ciudad de Stockton en EEU.UU. se convertirá a partir de 2019 en el primer banco de pruebas de la polémica renta básica universal al recibir 100 de sus habitantes 500 dólares mensuales durante 19 meses. La localidad ha sido elegida por sus elevados niveles de pobreza, ya que la media de los ingresos familiares se sitúa por debajo de la media estadounidense: 49.271 dólares frente a 57.617.
El conocido como «proyecto Stockton» ha recibido el respaldo de líderes tecnológico como Elon Musk y Mark Zuckerberg que ven en esta iniciativa una forma de abordar la pérdida de puestos de trabajo como consecuencia de los rápidos avances en inteligencia artificial y automatización, así como la desigualdad de ingresos en EE.UU.
Además, un proyecto de la Universidad de Stanford liderado por la filósofa Juliana Bidadanure, pretende fomentar el debate sobre la implantación de esta renta básica universal y analizar los experimentos que se han realizado en el mundo a lo largo de la historia. «Lo que es emocionante de la renta básica universal es que nos obliga a pensar mucho sobre lo que nos debemos unos a otros», explica Bidadanure.
La experta admite, eso sí, que necesitamos contar con más evidencia de lo que sucede cuando una renta básica universal se pone a prueba y por eso, a principios de 2017 fundó el Stanford Basic Income Lab para ayudar a fomentar las discusiones y debates sobre las diversas cuestiones éticas que estos ingresos sin condiciones puedan generar, al igual que para recopilar y analizar experimentos anteriores y actuales en diferentes países del mundo como Santa Mónica en California, Chigaco o países como Finlandia, Kenia, India y Canadá.
La Liga Nacional de Ciudades (NLC) y el Stanford Basic Income Lab han publicado, de hecho, una guía para ayudar a las ciudades que están poniendo en marcha estos proyectos piloto. Sus autores defienden que «proporcionar efectivo a quienes más lo necesitan parece ser una forma eficiente de mejorar sus perspectivas y bienestar. Con el efectivo en mano, las personas pueden satisfacer sus necesidades más urgentes y perseguir sus objetivos. Algunas personas pueden usar el dinero para comprar ganado o un automóvil, colocándose a sí mismos y a sus familias en una mejor posición para enfrentar la adversidad económica», sostienen.
Fomentar los dabates éticos: clave del experimento
Los debates sobre los beneficio o inconvenientes de la renta básica universal plantean preguntas sobre cuál es el valor del empleo. En opinión de Bidadanure, «ahora más que nunca tenemos que tener estas conversaciones y los experimentos con la renta básica universal son el camino para fomentarlas”. Esta experta, que empezó a estudiar la renta básica universal en 2008 en el contexto del debate europeo sobre su idoneidad, cree que quienes la critican están demonizando innecesariamente a los más desfavorecidos. «En los últimos 10 años, el apoyo a las posibles políticas de renta básica universal ha aumentado entre los políticos y los ciudadanos europeos, en parte debido a la creciente evidencia de que, contrariamente a la creencia popular, recibir este dinero de forma incondicional no provoca la desconexión masiva del mundo laboral», declara Bidadanure.
Lo cierto es que, según una encuesta de 2017, el 68% de las 11.000 personas entrevistadas en 28 países de la Unión Europea dijeron que apoyarían un referéndum sobre la introducción de una renta básica universal.
Rastreando el pasado de la renta básica universal
El proyecto central que se lleva a cabo en el Stanford Basic Income Lab es la creación de una fuente online que recoja toda la literatura y los experimentos relacionados con la renta básica universal. Esta herramienta, que estará terminada en 2019, asignará las diferentes posturas filosóficas, tanto a favor como en contra, a un conjunto de experimentos y proyectos que se han realizado en todo el mundo. «Este mapa online es el primer paso para identificar las preguntas que ya han sido respondidas en relación con renta básica universal», aclara Bidadanure. A su juicio, si comprendemos mejor cuáles son los vacíos de investigación, estaremos en una mejor posición para asesorar a quienes experimentan con la renta básica universal.