Los ciclos económicos vienen y van, pero por encima de ellos están los superciclos, los cuales son más duraderos en el tiempo y son capaces de dar forma a todo lo que nos rodea. Con el objetivo de identificar el próximo superciclo, desde Deutsche Bank han elaborado un informe que analiza los ciclos de los últimos 160 años. Su principal conclusión es que el mundo está adentrándose en una nueva era: la del desorden.
Sin embargo, aunque pueda sonar negativo, aclaran que no todos los desórdenes son «malos». «Los temas de la economía mundial se mueven como un péndulo y puede ser que algunos se hayan balanceado demasiado lejos del «centro sensible» y ahora deben volver. Lo que puede tener un efecto de limpieza», aclara el informe. Sin embargo, si hay algo que les preocupe es que hay varios temas que parecen estar listos para revertirse a la vez. «Este es el punto en el que los cambios simultáneos en los temas estructurales crearán un nivel de desorden que definirá una nueva era», completa.
Antes de mirar hacia el futuro, cabe reflexionar acerca de los ciclos pasados. No todos han irrumpido en nuestra vida con la misma rapidez e impacto, algunos han sido más lentos en evolucionar y terminar. La era más reciente, la segunda era de la globalización (1980-2020), es mucho más parecida a la que ahora nos podemos enfrentar. “Comenzó lentamente y se ha ido deshilachando poco a poco durante la última media década. Su final se ha visto acelerado por el COVID-19 y cuando en los años venideros miremos el espejo retrovisor podremos ver el 2020 como el comienzo de una nueva era”, explican los autores.
Según la medición de Deutsche Bank, ha habido cinco eras distintas en los tiempos modernos: la primera era de globalización (1860 y 1914), las grandes guerras y la depresión (1914-1945), Bretton Woods y la vuelta del patrón oro (1945-1971), el comienzo del sistema fiduciario y la era de la inflación elevada (1971-1980) y la segunda era de globalización (1980-2020). Esta última vendrá seguida de la era del desorden (2020-).
Los 8 temas que caracterizan a la era del desorden
Según analiza el informe, la era del desorden estará marcada por estos ocho temas:
1. El deterioro de las relaciones entre los EE.UU. y China y la desaceleración de la globalización
Hace 20 años, en el año 2000, la estructura geopolítica global era relativamente simple. EE.UU., China y la UE eran las principales potencias y cada una tenía un camino que recorrer. Sin embargo, sus relaciones se han ido complicando y deteriorando hasta llegar a un punto en el que China y EE.UU. viven una intensa competencia, algo que probablemente el COVID-19 haya acelerado y que se extienda en el tiempo. “EE.UU. y China se dirigen hacia una década de altas tensiones y el desorden será probablemente el resultado final”, apunta el informe.
Los autores lo comparan con la Guerra Fría y prevén una intensificación de la guerra comercial con más aranceles y sanciones.
2. Una década decisiva para la unión en Europa
Europa ha demostrado con frecuencia su habilidad para abrirse camino a través de las crisis. Sin embargo, la pandemia del COVID-19 ha exacerbado una serie de debilidades preexistentes que ponen en jaque la continuación de la Unión Europea o su definitiva fragmentación.
“El desorden parece inevitable, pero no será necesariamente malo. La cuestión es si Europa puede construir sobre este progreso, reiniciar su economía y avanzar hacia un crecimiento sostenible, o permanecerá el estancamiento económico y la agitación política”, sostiene el informe.
3. Mayor deuda y la normalización de la teoría monetaria moderna / helicóptero del dinero
La intensidad de la subida de la deuda actual y futura ha aumentado debido al shock del COVID-19. Según el documento de Deutsche Bank, añadiremos alrededor de un 15-20% a la relación deuda/PIB de los países avanzados en 2020, con la probabilidad de que suba otro 5-10% en 2021, ya que la recuperación del virus permanece relativamente apagada.
“Existe la evidencia de que una combinación de niveles cada vez más altos de deuda y un sistema de moneda fiduciario es un cóctel que fomenta los shock y las crisis financieras. En un entorno de más deuda e impresión de dinero, queda bastante claro que más desorden y caos en el mercado financiero será algo habitual en el marco económico de esta nueva era”, apunta.
4. ¿Inflación o deflación?
Si hay un tema que tiene la capacidad de causar todo tipo de desorden es la inflación. De hecho, la opinión está dividida en dos posturas antagónicas: un futuro con altos niveles de inflación o desinflación. Desde Deustche Bank consideran que nos adentramos en un mundo de mayor inflación, pero que fácilmente podría pasar a la deflación si no se adoptan medidas de política específicas.
Se cumpla una tendencia u otra, los expertos consideran que los niveles estarán lejos de las metas de los bancos centrales, lo que traerá, inevitablemente, más desorden.
5. Aumento de la desigualdad antes de que se produzca un retroceso
La pandemia ha exacerbado los actuales problemas de desigualdad del mundo y establecerá el escenario propicio para que se desarrolle un mayor desorden político, económico y social. Los trabajadores con empleos más precarios son los que más están sufriendo la crisis, mientras que aquellos mejor remunerados y con posibilidad de teletrabajo están saliendo reforzados.
Además, el auge del teletrabajo también tendrá consecuencias para las ciudades, el transporte, la propiedad residencial y comercial, trabajadores y muchos sectores auxiliares y actividades generales que hemos dado por sentado durante las últimas décadas. “Las grandes ciudades han sido las principales ganadoras en la era de la globalización. ¿Se revertirá esta tendencia con el coronavirus? Si lo hace, tendrá un gran impacto desordenado en la sociedad tal y como la conocemos actualmente”, apuntan los autores.
6. La brecha intergeneracional también se amplía
La división intergeneracional se ha ido ampliando en los últimos años y parece que va a ser un problema aún mayor en el futuro inmediato. Aquellos que se han graduado en la última década ya han experimentado dos grandes shocks económicos: la crisis financiera global de 2008 y ahora la pandemia. Los jóvenes han perdido poder adquisitivo en relación con sus predecesores y están atrasados en cuestiones que van desde la propiedad de la vivienda hasta los niveles de deuda de los estudiantes. Además, heredarán la gran deuda nacional que se ha acumulado.
Mientras tanto, hay una creciente división en otros temas, por ejemplo, en cómo los jóvenes han sido más exigentes en cuestiones relacionadas con el cambio climático. “El envejecimiento de las poblaciones en todo occidente está exacerbando muchas de las tendencias existentes. Los altos precios de la vivienda y el rezago en el crecimiento de los ingresos para los millennials y la generación Z sigue creando ira y resentimiento”, expresa el informe.
7. El debate en torno al cambio climático
Si 2020 ha demostrado algo es que el mundo puede cambiar. El debate sobre si priorizar políticas medioambientales o la economía crecerá sustancialmente creando una mayor división intergeneracional.
8. La tecnología: ¿revolución o burbuja?
Estamos en medio de una revolución tecnológica con asombrosas valoraciones de acciones que reflejan las expectativas de una seria alteración del status quo. ¿Revolución o burbuja? Además, si el teletrabajo persiste causará grandes cambios en las sociedades y economías. Las grandes ciudades fueron grandes ganadoras en la era anterior y esto, según advierte el informe, podría revertirse.