Un estudio llevado a cabo en varios estados de EE.UU. ha analizado diversos perfiles financieros en una pareja clasificándolos en dos tipos de personalidad: “agarrados vs gastones”. Lo curioso es que para caer en uno y otro apartado, lo importante no es tanto cómo llevas tus finanzas, sino como percibes el comportamiento financiero de tu pareja. El estudio se realizó por investigadores de Brigham Young University (BYU) y Kansas State University.
“El hecho de que la percepción que tenga un cónyuge sobre los patrones de gasto del otro sea un motivo de conflicto marital tan relevante sugiere que en lo que a finanzas conyugales se refiere, es tan importante administrar bien los gastos como que tu pareja lo perciba así”, explica Ashley LeBaron, estudiante de BYU y co-autora del estudio.
El estudio concluye que el principal foco de conflicto financiero en la pareja es que el marido perciba que su mujer es “gastona”. Lo mismo aplica en el caso de la esposa. Esto parece lógico, sin embargo, no lo es tanto al contrastar la percepción con la realidad. Estudiando caso por caso se ve como esto le sucede a parejas de todos los niveles económicos y tanto en parejas que gastan mucho como en las que en realidad ahorran. En definitiva, es todo una cuestión de cómo te percibe tu cónyuge.
Para este estudio LeBaron trabajó con el profesor de Vida Familiar de BYU Jeffrey Hill y con la experta en finanzas conyugales de Kansas State University Sonya Britt-Lutter.
“Las parejas deben hablar sobre finanzas, especialmente al principio de su vida en común”, explica Britt-Lutter
“No pueden esperar que los problemas desaparezcan por arte de magia según cambian las circunstancias financieras. Este estudio demuestra que las circunstancias no son el problema, sino la percepción y ésta no siempre cambia al variar el entorno financiero en el que te mueves”.
La segunda razón que genera conflicto financiero en las parejas, según el estudio, varía para el hombre y para la mujer. Mientras el esposo cita el número de hijos como fuente de conflicto financiero, la mujer se refiere a la falta de comunicación sobre el estado de las finanzas familiares. En conjunto, un 90% de las mujeres que participaron en el estudio y un 85% de los hombres declararon que tienen algún tipo de preocupación sobre sus finanzas. “La buena noticia es que las parejas pueden buscar ayuda”, asegura Hill, “bien a través de un asesor financiero o mediante terapia familiar”.
Referencia: Roy A. Bean, Ph.D. et al. Tightwads and Spenders: Predicting Financial Conflict in Couple Relationships. Journal of Financial Planning, August 2017. Brigham Young University «Stop
thinking your wife is bad with money: ‘Tightwads and spenders’ study examines financial perceptions that hurt couples»; ScienceDaily