Las empresas familiares tienen un mejor desempeño financiero – crecimiento y rentabilidad –, están centradas en crecer a largo plazo y sus acciones han obtenido retornos más altos que sus competidoras. Son las principales conclusiones de la tercera edición del informe CS Family 100 elaborado por Credit Suisse.
Del informe se extrae, además, que España está en el puesto número uno de las empresas más grandes por capitalización de media a nivel mundial. En cuanto al rendimiento, el estudio revela que entre 2006 y 2016, el de las empresas familiares españolas ha sido, de media, del 1% anual. Además, en el último año, el crecimiento en las ventas de estas empresas en España, Alemania, Francia e Italia ha sido positivo respecto a sus competidores.
Según Eugène Klerk, analista jefe de Thematic Investments en Credit Suisse y autor principal del informe, “las empresas de propiedad familiar han superado a sus competidoras en cada región y sector, independientemente de su tamaño. El estudio revela que los inversores no están interesados en profundizar sobre quién controla las compañías, sino más bien cómo los propietarios de las compañías gestionan diariamente dichas empresas. Y esto es la clave del éxito de las compañías de propiedad familiar”.
A nivel internacional, el rendimiento acumulado de las empresas de propiedad familiar desde 2006 es del 126%, superando así el índice MSCI AC World en un 55%. Por otra parte, el desempeño a nivel financiero (crecimiento y rentabilidad) es superior al de las empresas no familiares. Tanto los ingresos como el EBITDA son más elevados.
El informe de Credit Suisse destaca que las empresas familiares tienen un enfoque de crecimiento conservador y a largo plazo. Las nuevas inversiones se financian en gran medida a través de flujos de capital no extraordinarios o de fondos propios, mientras que más del 90% de las empresas creen que se centran más en un crecimiento sólido a largo plazo que sus homólogas no familiares.
En cuanto a su evolución, las empresas familiares de primera y segunda generación generaron rendimientos ajustados al riesgo más altos que las empresas familiares más antiguas. Las compañías familiares más jóvenes tienden a cotizar como compañías de pequeña capitalización, que han tenido un gran desempeño en los últimos 10 años.