Las compañías españolas se encuentran entre las que se han preparado más concienzudamente de toda la UE para la llegada del Brexit el próximo mes de marzo de 2019, según se desprende del estudio lanzado hoy -segundo aniversario del referéndum- por Baker McKenzie, despacho de abogados líder a nivel mundial.
El informe ha sido elaborado mediante una encuesta a 800 directivos y empresarios de 6 países miembros (España, Francia, Alemania, Irlanda, Suecia y Holanda). En la misma línea el 79% los directivos españoles encuestados, todos ellos dirigiendo empresas con facturaciones anuales por encima de 250 millones de dólares, reconocen que han hecho o están llevando a cabo cambios a sus operaciones y estrategias empresariales desde que se celebró el referéndum, hace justo dos años.
También es reseñable que un 67% ya se ha preparado para el impacto que pueda tener en sus negocios la pérdida de condiciones comerciales preferentes con el Reino Unido como consecuencia del proceso de salida de la UE por parte del país británico.
En palabras de Cecilia Pastor, socia de trade and commerce en la oficina de Madrid de Baker McKenzie, está adaptación al nuevo status quo es fruto de un largo proceso llevado a cabo por los directivos españoles que va más allá del Brexit, apuntando que «las compañías españolas están entre las más ágiles y preparadas para manejarse en los cambios disruptivos; una de las consecuencias que tuvo la crisis iniciada en 2008 fue la adaptación de los modelos empresariales hacia la diversificación, digitalización y la apertura de nuevos mercados».
Pragmatismo por encima de la política
Por otro lado, tres cuartas partes de los encuestados creen que la UE debería de realizar concesiones al Reino Unido con el ánimo de asegurarse una mejor relación comercial, siendo el apoyo a esta medida -87% de los encuestados- el más alto entre el empresariado español y holandés.
Sin embargo no todos los datos que se reflejan en el estudio elaborado por la firma legal son positivos, ya que sólo un 38% de los directivos españoles encuestados -uno de los datos más bajos de la UE- considera que sus intereses están siendo tratados y defendidos en las negociaciones que se llevan a cabo entre la UE y el Reino Unido para formalizar los términos de la salida británica, encabezadas por Barnier y su contraparte británico Davis.
A este respecto la recomendación de Pastor es clara, cuando subraya que «para garantizar sus intereses, es crucial que las empresas españolas tengan contactos y reuniones periódicas en tres niveles aparte de la negociación oficial UE-Reino Unido: primero en su sector con asociaciones profesionales relevantes; en segundo lugar a un nivel más corporativo facilitando que su alta dirección se reúna con stakeholders británicos y europeos junto con otras contrapartes de la UE y, finalmente, con la administración española para evaluar el pulso de la negociación y garantizar que sus intereses se
transmitan adecuadamente a las autoridades británicas y europeas».
Finalmente los encuestados españoles, de los cuales un 70% reconocen la relevancia que tiene el mercado británico para su negociado, no dudaron en admitir que el Brexit ya está teniendo impacto e
influencia en sus compañías ya que un 46% así lo reconocieron, reseñando que ya habían disminuido el comercio y las operaciones con el Reino Unido desde la celebración del referéndum.