Espirito Santo Financial Group (ESFG), primer accionista del banco portugués Espirito Santo, el mayor por capitalización bursátil del país, anunció este jueves su decisión de suspender la cotización de sus acciones y obligaciones debido a las «dificultades» del grupo.
En un comunicado, ESFG, con sede en Luxemburgo, indicó que «evalúa actualmente el impacto financiero de su exposición» a Espirito Santo International (ESI), principal holding del grupo. ESI acumula deudas y no ha pagado los vencimientos de las obligaciones en manos de clientes en Suiza. Este holding posee el 49% del Espirito Santo Financial Group, que es a su vez el primer accionista del BES, con 25%, informa Diario Financiero.
Tras este anuncio, la acción del Banco Espirito Santo se hundía el 11,54%, a 0,54 euros, este jueves por la mañana en la bolsa de Lisboa. Ello afectaba al propio índice PSI de la bolsa portuguesa, que perdía el 3,53%.
La crisis financiera del grupo Espirito Santo también hizo subir las tasas de interés de las obligaciones de Portugal a 10 años, que este jueves por la mañana llegaban al 3,906% (contra el 3,771% el miércoles por la noche).
El Banco de Portugal (central) presionó en los últimos meses para alejar a la familia Espirito Santo, fundadora de este imperio bancario, del consejo de administración del BES, y en particular al dirigente histórico, Ricardo Salgado, quien anunció su partida de la presidencia de la entidad el pasado 20 de junio.
Desde entonces, el valor de la acción ha caído más de un 30% en la bolsa de Lisboa. El suspenso sobre el sucesor, que debe ser designado en asamblea general el 31 de julio, se ha visto agravado por las irregularidades detectadas en la contabilidad del holding Espirito Santo International (ESI), que disimuló pérdidas.
Según la prensa local, ESI disimuló una pérdida de US$ 245 millones en 2008, al comienzo de la crisis financiera. Con el paso del tiempo, esa pérdida se multiplicó hasta alcanzar US$ 1.770 millones en 2013.
Este conjunto de circunstancias ha provocado una fuerte caída de más del 50% de la capitalización bursátil del BES, que ha pasado así de US$ 8.171 millones en abril a menos de US$ 4.085 millones ahora.
Los analistas coinciden en que el BES es un banco sistémico. Su derrumbe, por tanto, amenazaría toda la economía de Portugal, que salió en mayo de un programa de asistencia financiera de la UE y el Fondo Monetario Internacional, concedido en 2011 a cambio de un drástico recorte del gasto público y aumentos de impuestos. Sin embargo, algunos expertos creen que sus problemas no pondrán de momento en peligro al conjunto del sector.
La semana pasada, el Banco de Portugal y el gobierno defendieron a la entidad, afirmando el primero que «la situación de solvencia es sólida» y el segundo que los titulares de cuentas «pueden estar perfectamente tranquilos».