El patrimonio asesorado por las EAFs, las empresas de asesoramiento en España, se estancó en 2022. Los años de la pandemia, como 2019 o 2020, no fueron buenos para el negocio pero la industria había remontado el vuelo en 2021, impulsando su patrimonio asesorado más de un 10%. Sin embargo, en 2022 las cifras volvieron a caer, un hecho que los expertos achacan al efecto mercado, en un entorno en el que la mayoría de activos sufrió: en concreto las empresas de asesoramiento financiero españolas tenían un volumen de negocio bajo asesoramiento, a finales del año pasado, de 18.616,51 millones de euros, un 4,68% por debajo de los 19.530,5 millones de cierre de 2021, según los últimos datos hechos públicos por la CNMV.
“Los datos son anuales y no necesariamente reflejan una tendencia dentro del sector. De hecho, las EAFs siguen creciendo. En 2022, tenemos que tener en cuenta que el patrimonio asesorado de estas entidades también se vio afectado por la evolución de los mercados, y es una de las razones principales que se refleja en la caída de los volúmenes”, explica Fernando Ibáñez, presidente de Aseafi.
En los últimos cuatro años -desde finales de 2018, cuando asesoraban más de 31.500 millones- hasta finales del año pasado, estas entidades han sufrido una caída del 41% en su volumen asesorado, pero esto se debe también al hecho de que, a lo largo de 2019 el número de EAFs se redujo considerablemente, pasando de 158 entidades a 140 –sobre todo por la conversión de empresas de asesoramiento en agencias de valores o gestoras-, una cifra que se ha mantenido estable en los últimos ejercicios. De hecho, en 2022 el número de entidades aumentó, pasando de 140 a 143, lo que supone un crecimiento del 2,14%.
Consolidación entre los minoristas
En el último año, las caídas de patrimonio asesorado por las EAFs se han centrado en el patrimonio asesorado para clientes profesionales, al contrario de lo que ha sucedido con los minoristas: así, el patrimonio asesorado para clientes minoristas creció más de un 11,38% en 2022 –hasta los 10.164 millones de euros-, mientras el asesorado para profesionales se desplomó un 18,8%, pasando de 10.405 millones a los 8.452 actuales –ver tabla-.
Algo que los profesionales achacan de nuevo al efecto de los mercados en las carteras de estos clientes, puesto que, en número, los clientes profesionales se mantuvieron estables en 2022 (crecieron un 0,47%). Desde el órgano de las EAFs del Colegio de Economistas también defienden un crecimiento en todos los ámbitos: de hecho, recuerdan que en 2022 se dieron de alta algunas EAFs que sólo asesoran a cliente profesional, por lo que descartan que el cliente objetivo de estas entidades vaya a ser el minorista.
Con todo, la tendencia de los últimos años apunta, más allá del profesional, a la consolidación de las EAFs como asesores para el cliente minorista pues, mientras éste crece en número -tanto en el último año, un 15%, como a tres años, un 71%-, el profesional se mantiene estable (creció en número en 2022 un 0,47%, pero cae un 1,6% a tres años).
“Las EAFs crecen a todos los niveles pero sí es relevante que el particular las empiece a tener en cuenta como proveedoras de servicios de asesoramiento; lo que muestra que, a pesar de las dificultades, el modelo se consolida en España», asegura Ibáñez.
El crecimiento en el número de clientes es palpable: a pesar de la caída de negocio en los últimos años, las EAFs lograron incrementar su número de clientes, de forma constante durante los últimos ejercicios, pasando de los 6.437 de finales de 2019 a los 10.699 actuales, lo que supone un crecimiento en tres años del 66%. En el último año, el crecimiento fue cercano al 15%, según los datos, sobre todo debido al aumento de clientes minoristas (desde 8.893 hasta 10.274, un 15,53% más en el último año), mientras el resto de clientes (profesionales y entidades) crecieron un 0,47%, hasta los 425.
Ingresos estables y retrocesiones pre-MiFID II
Pese a la caída del patrimonio asesorado, las EAFs mantuvieron sus ingresos estables en 2022, con una ligera reducción del 0,12%, hasta 56,76 millones de euros. La cifra está en línea con la de finales de 2019 y supone recuperar niveles prepandemia.
La mayoría de esos ingresos son comisiones percibidas, más de 56,13 millones de euros, de las que algo más de un 20% son retrocesiones percibidas de otras entidades (12 millones de euros). De hecho, los datos muestran cómo las EAFs han elevado sus ingresos por retrocesiones de terceras entidades casi un 15% en 2022, y de hecho, registran la cifra más alta desde la implantación de MiFID II. Así, a finales del año 2017 –la norma entró en vigor en enero de 2018- las retrocesiones suponían 11,8 millones de euros, según datos de la CNMV.
Esto podría llevar a pensar que las EAFs están apostando por un modelo de asesoramiento no independiente, al cobrar no solo por el servicio prestado y de forma explícita y directa al cliente, sino también vía retrocesiones. Algunos expertos dudan de que así sea y matizan que estos datos de ingresos por retrocesiones pueden llevar a confusión, pues la CNMV no informa de si se trata de ingresos brutos antes de las devoluciones a clientes o de retrocesiones netas.
Para Ibáñez, “lo que ha ocurrido este año es que suponemos que el modelo independiente sigue siendo difícil y duro en España y las de modelo de cobro de retrocesiones cada vez son más y asesoran a más clientes», indica. Y todo, cuando en Europa se plantean la viabilidad de dicho modelo y proponen prohibir los incentivos. «Desde Aseafi vamos a defender que convivan todos los modelos posibles; queremos que las entidades puedan tener modelos adecuados a sus necesidades siempre que mantengan la calidad y la independencia en el trato al cliente», asegura el presidente.
En su opinión, si en Europa se acaban prohibiendo los incentivos, será interesante ir hacia un modelo sin conflictos e independiente pero defiende que ese modelo tiene que hacerse con una transición razonable y sin afectar ni a clientes ni a asesores. “Los modelos de transición rápida como los de Holanda o Reino Unido han provocado que muchos clientes se queden sin asesoramiento y eso no lo desean ni el sector ni los reguladores. Si Europa apuesta por eso, en España tendríamos que tener un proceso ordenado y con tiempo suficiente para que no afecte a los clientes que necesitan este asesoramiento», asegura. Ni tampoco al sector, que en gran parte cobra esas retrocesiones, como muestran los datos de la CNMV.
Con todo, más allá de los ingresos por retrocesiones de otras entidades, la partida mayoritaria de los ingresos de las EAFs (56,13 de comisiones) son comisiones pagadas por los clientes (43,14 millones) y, dentro de estos, por servicios de asesoramiento financiero o asesoramiento a empresas sobre estructura de capital, fusiones o adquisiciones, o elaboraciones de informes de inversiones y análisis (ver cuadro).
Fuente: CNMV