Jones Day, Northern Trust y KPMG celebran el próximo 21 de marzo un evento dirigido a family offices, domésticos pero sobre todo latinoamericanos, con el objetivo de promover la inversión de estas entidades en Estados Unidos.
La jornada se dividirá en tres paneles que tocan distintos componentes de las oportunidades que presenta EE.UU. como destino de inversión para los family offices. Un primer panel se dedica a discutir los efectos de la reforma fiscal que se avecina, de la que si bien todavía no hay muchos datos, sí ha habido mucha especulación al ser un punto central de la campaña electoral del presidente Trump.
Otros dos paneles pivotan en torno a las oportunidades en los procesos de M&A (fusiones y adquisiciones). En uno de ellos –moderado por Northern Trust– se contemplarán los aspectos más relacionados con la planificación patrimonial y fiscal de las operaciones, y en otro, el papel del family office como alternativa a los más tradicionales players en el mercado de M&A –private equity y compradores estratégicos–. Contamos con algunas ideas interesantes expresadas por la que será moderadora de este último panel, Jackie Hodes, socia de M&A del despacho Jones Day.
“Existen algunas diferencias importantes en la forma de hacer M&A por parte de un family office, y cómo se haría por parte de un private equity o en el caso de una adquisición estratégica, la fundamental es la agilidad”, argumenta Hodes, “tienen mucha menos burocracia y toman decisiones más rápido”. Por un lado, si les convence un negocio la decisión se toma rápidamente, pero es que además, es muy común que una familia decida realizar adquisiciones en negocios que ya conocen, agilizando aún más el proceso.
Pero no todo es positivo, la desventaja es que tienen menos infraestructura que las firmas de private equity o los compradores estratégicos. Para paliar la falta de expertise interno, “el family office puede optar por buscar consejo profesional fuera de la firma, aunque lo normal es que co-inviertan con otras familias a las que les une una relación de confianza, en especial si se trata de adquisiciones de naturaleza oportunista”.
Otra opción es “robar” este expertise, contratando personal de firmas de private equity que pueden sentirse atraídos a un family office porque generalmente estos ofrecen a algunos de sus asesores la oportunidad de co-invertir en los deals que realizan. “Contar con un profesional en la organización familiar que ha trabajado anteriormente en un private equity puede abrir muchas oportunidades de inversión al family office”, asegura Hodes.
Relación de confianza
Si el sector es nuevo para la familia, una de las modalidades más comunes para invertir es entrar con una participación minoritaria y luego poco a poco tomar mayor participación, si el negocio va bien. “Este esquema funciona bien”, asegura Hodes.
En sus más de 10 años en Jones Day, Jackie Hodes ha trabajado en deals de todos los tamaños, aunque se especializan más en el middle market –de 50 a 300 millones de dólares–. Desde la firma de abogados trabajan en tándem con bancos de inversión que realizan el due dilligence operacional y financiero del negocio objeto de la transacción. Los deals inferiores a 50 millones presentan un reto puesto que las partes involucradas suelen funcionar con un fee mínimo que los hace poco rentables para el cliente y es difícil encontrar bancos de inversión especializados que se interesen por operaciones pequeñas. En el extremo contrario, los grandes bancos de inversión que cuentan también con departamentos de asesoramiento legal se centran sobre todo en las operaciones de más de 500 millones de dólares.
En todo caso, Hodes recalca que entre family offices lo que mejor funciona es el boca a boca, y no tanto las operaciones que salen a subasta. “La relación de confianza siempre es clave para el negocio con los family offices”. Aquí, Hodes y su equipo cuentan con una gran ventaja al llevar trabajando más de una década con familias latinoamericanas en Miami, donde si bien antes no había mucha competencia recientemente se está viéndola llegada de profesionales del sector de M&A muy experimentados, procedentes del Noreste.
¿Cuál es la principal motivación de una familia no residente para invertir en Estados Unidos?
En muchos casos, la motivación de montar un negocio en Estados Unidos es simplemente tener una pata en el país. “Para una empresa familiar latina exitosa, tiene mucho sentido tener algo aquí para conseguir financiación en Estados Unidos. Resulta importante tener una conexión en suelo estadounidense, en especial si quieres atraer dinero de uno de los private equities grandes de EE.UU.”
Otra de las razones puede ser la diversificación geográfica del patrimonio familiar. En algunos casos, resulta más fácil comprar una empresa en Estados Unidos que coger ese mismo dinero y transferirlo a un banco en suelo estadounidense. “En este caso el M&A se puede considerar como una alternativa al wealth management”.
Una seria competencia al private equity
Hodes destaca que los family offices se han erigido en una alternativa seria y real al private equity en el mercado de fusiones y adquisiciones. “Seamos realistas, Latinoamérica inventó los ‘club deals’. Si veo un negocio interesante y tengo 1.000 millones de dólares para invertir y conozco otra familia que tiene 1.000 millones disponibles, ¿por qué voy a pagar una comisión del 2% a un private equity para ser su LP?”, comenta Hodes poniéndose en la piel de sus clientes.
En definitiva, competir directamente con los private equity es ya una tendencia entre los family offices, y además creciente. En el panel que moderará Hodes el próximo martes 21 se tratarán este y otros muchos temas de interés sobre el papel de los family offices en el mercado de M&A. Participarán en el panel Andres Bethencourt (Amzak Capital), Craig Farlie (Farlie Turner) y Raúl Henríquez (Hencorp).
Para más información y registro sobre el evento, puede contactar con Dyron Hernandez y Diane Cruz en el teléfono 305 789 1185 o través del mail DadeRSVP@ntrs.com