Los accionistas de la entidad suiza Frey, reunidos en junta general extraordinaria, han decidido echar el cierre y abandonar el negocio, una decisión que se debe a las cada vez más “difíciles condiciones de mercado, a una regulación rampante” y a las limitaciones que enfrentan los bancos privados más pequeños en su disputa fiscal con Estados Unidos.
La banca Frey, con 72 años de historia, se suma así al banco Wegelin, el banco más antiguo de Suiza que también cerrró sus puertas a principios de este año. Frey explicó, a través de un comunicado, que los “costos insostenibles” en los que se ha visto inmerso para hacer frente a una investigación abierta por parte del Departamento de Justicia estadounidense por presunta evasión fiscal han mermado la capacidad de la entidad, por lo que se han visto obligados a retirarse del negocio.
Tras la decisión de los accionistas de Frey de echar el cierre, una decisión tomada en Zurich a finales de la semana pasada, el banco explicó que la creciente regulación de las instituciones financieras ha dado lugar a un aumento de los costos en los últimos meses, que hace imposible a una banca privada pequeña seguir funcionando. La fuga de clientes y los elevados gastos en defensa han terminado por sacar del terreno al banco.
«Como resultado de la evolución de los últimos años, las circunstancias y los desafíos que se han presentado, sobre todo en Suiza, se traduce en que ya no tiene sentido para un banco pequeño continuar sus servicios transfronterizos «, dijo el presidente de la institución, Markus A. Frey.
El Banco Frey es uno de los 14 bancos suizos con litigios judiciales abiertos con la Justicia de Estados Unidos, entre los que se encuentran gigantes de la banca como Credit Suisse o Julius Baer. Al no formar parte del programa de transparencia firmado entre Berna y Washington, deben negociar con el Tesoro americano la multa a pagar por haber ayudado a que ciudadanos estadounidenses evadieran impuestos a través de cuentas en Suiza.
El pasado 30 de agosto, Suiza y Estados Unidos daban por terminada su disputa fiscal, al alcanzar un acuerdo entre ambos países y por el que se establecía que los bancos suizos que permitieron la evasión entre sus clientes estadounidenses no serán perseguidos legalmente, pero sí deberán pagar a cambio importantes multas. Bancos como Frey ya no pueden hacer frente a los costos de defensa y pérdida de negocio, por lo que se han visto conducidos a cesar sus actividades.