La economía del envejecimiento es una cuestión de importancia capital para la sociedad en general y “muy especialmente para las empresas que desarrollamos nuestra actividad en el ámbito de la previsión y protección social”, ha afirmado el presidente de la Mutualidad de la Abogacía, Enrique Sanz Fernández-Lomana.
Fernández-Lomana quiso dejar claro que la Mutualidad está especialmente concienciada en colaborar en la investigación y el análisis de cómo el envejecimiento de la sociedad está desencadenando la transformación de la economía y en la sociedad. «No es aventurado afirmar que el futuro pertenece a las personas mayores”, ha afirmado.
También subrayó la trascendencia de abordar ese desafío con el máximo rigor pues “su influencia en el ámbito de las pensiones y la previsión social provocará una seria desestabilización del sistema de la Seguridad Social y el estado de bienestar tal como ahora lo concebimos”.
La Escuela de Pensamiento de la Fundación Mutualidad de la Abogacía cuenta con un consejo científico integrado por investigadores independientes y de reconocido prestigio en las distintas áreas del conocimiento, que “encarna fielmente nuestra razón de ser: el mutualismo como garante de la dignidad de las personas en el proceso y convivencia con el envejecimiento”.
En su intervención, el profesor Antón Costas dejó un mensaje de esperanza al referirse a la marcha de la economía pues “aunque el FMI alerta de que se va a producir “pérdida de fuerza en los próximos meses” significa que habrá solo “un cambio de marcha y no un frenazo».
Para iniciar la segunda parte de la jornada, Fernando Ariza, director de la escuela y subdirector de la Mutualidad, aclaró que aunque somos una sociedad cada vez más envejecida, “queremos revisar la visión economicista de esta realidad, pues no hay que pensar solo en el reto de la sostenibilidad de las pensiones”, sino centrar el estudio del envejecimiento desde la economía pero también desde el ocio, la cultura, el consumo, el urbanismo, la arquitectura, la biomedicina, la demografía, el humanismo y muchos otros conceptos…
En opinión de José Miguel Rodríguez-Pardo, presidente de la escuela, “el envejecimiento es el mayor reto y, a su vez, el mayor riesgo que hay que tener en consideración en la sociedad del siglo XXI”.
Para Mercedes Ayuso, catedrática de estadística actuarial por la Universidad de Barcelona, “el rango de edad de los ciudadanos de entre 65 y 75 años es el de mayor acumulación de riqueza y es un dato al que debemos prestar más atención a la hora de estudiar la economía y los productos destinados a los mayores”.
Por su parte, Antonio López Farré, profesor titular del departamento de medicina de la UCM, aportó novedosos datos sobre “el concepto de los mayores”, calificando el “envejecimiento activo como calidad de vida”, pues resulta imposible medir desde la medicina la edad de las personas, ya que no coincide nunca la fecha del DNI con la edad biológica. “Existe un desfase de más/menos 15 años entre las dos edades”, ha afirmado.
Por último, Antonio Garrigues, presidente de la Fundación Garrigues y miembro del consejo científico de la Escuela de Pensamiento, aportó su visión desde la óptica humanística, proponiendo buscar fórmulas que supongan “el rejuvenecimiento de los viejos”. En su opinión, “en el cerebro está la clave de la juventud, de la sostenibilidad y de la felicidad, hay que luchar contra la vejez fomentando la inquietud intelectual, porque en cuanto se deja de pensar se entra en la soledad y no hay nada peor que eso”.