En el mundo de las EAFIs, o entidades de asesoramiento financiero españolas, hay dos perfiles muy diferenciados: por un lado están aquellas cuyos profesionales proceden del mundo de la banca privada y por otro, aquellas en los que sus socios tienen un pasado gestor y en ocasiones materializan su actividad de asesoramiento bajo el formato de sicav o fondos destinados a sus clientes, que formalmente se encuentran bajo el paraguas de una tercera entidad gestora o una sociedad externa con una marca distinta a la de la EAFI. Algunas de estas últimas entidades se deciden por la figura de la EAFI frente a la de gestora porque es más sencilla de implementar cuando, en un principio, los volúmenes son modestos, y las exigencias y costes para crear una gestora resultan disuasorios.
Pero en ese caso de EAFIs con alma de gestoras, la figura del asesor podría ser un medio y no un fin, un trámite necesario en los comienzos para más tarde dar forma al germen que tenían en mente desde el principio: el de ser gestores. Actualmente una EAFI, Abaco Capital, ya ha dado el paso de la transformación. La cuestión es si otras entidades seguirán sus pasos en el futuro. Por el momento, los asesores consultados lo niegan, aunque con algunos matices.
Entre las EAFI que materializan su actividad de asesoramiento en productos gestionados por terceros destacan entidades como Ágora Asesores Financieros EAFI, que cuenta con un fondo flexible y global, BSG Prometeo, gestionado por A&G Fondos SGIIC; Serfiex Investments EAFI, con un fondo de bolsa global, Serfiex PIB Mundial RV (que partiendo de la tesis del libro «Las mejores prácticas de gestión y asesoramiento de inversiones», de José Diego Alarcón, socio de Serfiex, pondera a los países en función de su contribución al PIB mundial) y que empezó a asesorar bajo el paraguas gestor de Trea Capital; o Buy & Hold Asesores. Otros ejemplos son GInvest Patrimonis; Bissan Value Investing; GP Invest; o Alter Advisory EAFI, que asesoran compartimentos del fondo de Inversis Gestion Boutique, proyecto que supone socializar su servicio de asesoramiento y dar acceso a clientes que de otro modo no podrían beneficiarse del mismo.
De momento, se quedan como están
Xavier San Miguel Moragas, socio director de Bissan Value Investing, EAFI, asegura que no se han planteado la transformación en gestora, pues “los requisitos para gestoras o agencias de valores en principio son mayores que los de una EAFI”, algo que les disuade teniendo en cuenta que la CNMV ya es muy exigente. Eso sí, considera que “para EAFIs con un elevado patrimonio sí que sería interesante hacerlo como posición estratégica” y matiza que, si llegan a crecer bastante en activos, podría ser “una posibilidad a tomar muy seriamente”.
Otros expertos no abren la puerta a la transformación. Ana Rafels, asesora de Inversiones de Alter Advisory, EAFI, quiere seguir en el mundo del asesoramiento, y no de la gestión. “Nuestra EAFI es de modesto volumen y la apuesta es más por el asesoramiento que por la gestión”, afirma. Rafels explica que la constitución de su fondo de inversión asesorado “surge por la necesidad de dar servicio a los clientes más que por el hecho de contar con un vehículo más, pues el asesoramiento individualizado que habían desarrollado hasta ahora estaba perdiendo atractivo tras la reforma fiscal de 2013. “Contar con un fondo nos permite realizar una mejor diversificación que si de una cartera individual se tratara, además de que nos permite realizar una eficiente operativa”, afirma. Por eso, siempre desde el asesoramiento, quiere “participar en el diseño de las estrategias que permitan alcanzar los objetivos de inversión del cliente, en la creación de vehículos optimizados y personalizados para conseguir cumplir con sus necesidades”. Y esto, a diferencia del propósito de uan gestora, que va más allá: “La gestora ha de dar las herramientas para que el cliente pueda acceder al mercado, tener un abanico potente y competitivo de instrumentos financieros y eso es algo que por el momento nos queda grande”, asegura a Funds Socidety.
Antonio Aspas, socio de Buy and Hold Asesores EAFI, también se muestra cómodo con su figura de EAFi, dejando a la gestora las labores administrativas, controles de riesgo y back office: “Ni lo pensamos”, comenta a Funds Society. Sobre todo ve dos obstáculos para la transformación: uno legal (debido a que los requisitos para las gestoras son más amplios que para las EAFI, y se requiere por tanto más personal y esfuerzos) y otro, desde el punto de vista de los clientes. “Ahora, los clientes pueden elegir en qué gestora quien tener su fondo o sicav”, algo que valoran, explica. Con respecto a las trabas de comercialización que tienen al no ser gestora no le importa, puesto que la mayoría de las sicav que asesora son familiares y no requieren de esa activa comercialización.
También Rafael García, desde Serfiex, niega la transformación, en parte para no perder independencia: “No nos hemos planteado nunca convertirnos en gestora porque quebraríamos la posición de independencia que históricamente hemos mantenido frente a ellas y que nos permite ejercer tanto como “policía” de sus clientes institucionales como prestarles servicios de gestión de riesgos”, afirma. Su EAFI (Serfiex Investments EAFI) está especializada en el asesoramiento estratégico de carteras profesionales. “Asesoramos a promotores de fondos, sicavs, planes de pensiones, grandes fortunas y corporaciones en su relación con el gestor táctico de sus inversiones y en la adecuada implementación del mandato”.
La otra opción: ser agencias de valores
Las limitaciones de la EAFI, especialmente para tramitar órdenes, también lleva a la posibilidad de que se conviertan en agencias o sociedaes de valores, algo que apuntaban algunas entidades, si bien otras niegan que esa limitación justifique un cambio de figura legal. Las opiniones están divididas: mientras algunos creen que de no permitirlo la regulación podrá haber tranformaciones, otros dicen que es bueno que se mantenga la separación de funciones para garantizar una mayor independencia de las EAFI y no se plantean el cambio; también porque supone contar con más medios.
El impulso de la regulación
En cualquier caso, los expertos explican que los cambios regulatorios, especialmente con la llegada de MiFID II, que prohibirá el cobro de retrocesiones a entidades que se declaren independientes, podrían acelerar las transformaciones en la medida en que algunos negocios de EAFI que se basan en los incentivos sufrirían un gran revés y podrían plantearse la conversión a otras figuras que les permitan operar de otro modo. Una posibilidad abierta, a la espera de la trasposición de la normativa, que podría estar lista para finales de 2016.