El índice de confianza del consumidor (ICC) llevado a cabo por el CIS pierde desde julio del pasado año 2,2 puntos. Este descenso se debe en gran medida a la caída más acusada de 2,7 puntos en el índice de expectativas (que refleja la situación económica esperada por los consumidores para dentro de seis meses).
El objetivo del índice de confianza del consumidor (ICC) es anticipar los comportamientos de consumo de los ciudadanos. Está compuesto por dos índices parciales: el índice de situación actual y el índice de expectativas
Expresado en tasas de variación, en el mes de julio el ICC respecto al mes de junio baja un 0,8%, mientras que en tasa interanual cae un 2% (en relación al mismo mes de 2017).
Sin embargo, tomando como base enero de 2005, el ICC se encuentra en estos momentos 8,3 puntos por encima de los valores que se obtuvieron entonces.
Otro elemento importante que configura el índice de confianza del consumidor es el índice de la situación actual, el cual se refiere a la valoración que hacen los consumidores de la situación económica actual, en relación con la que tenían seis meses antes. Los datos del CIS revelan que en el pasado mes de julio el índice de la situación actual alcanzó los 101,7 puntos, lo que supone un ligero descenso de 0,3 puntos en relación al dato obtenido el pasado mes de junio.
Esta evolución del índice es el resultado de un comportamiento muy heterogéneo de sus tres componentes: así, la evolución general de la economía retrocede en 4,8 puntos, mientras que la evolución del mercado de trabajo experimenta una ligera caída de 0,7 puntos en su valoración. Por su parte, la percepción de la situación de los hogares presenta una evolución muy favorable con un avance de 4,7 puntos en los últimos treinta días.
Por su parte, el índice de expectativas llega en el mes de julio a los 110,4 puntos, un descenso del 1,4% respecto al mes precedente.
El perfil de la evolución de sus tres componentes es muy similar al observado anteriormente respecto a la situación actual: así, las expectativas respecto a la situación futura de la economía y las relativas al mercado de trabajo presentan una evolución negativa, con un descenso de 5 puntos y 3,3 puntos respectivamente, mientras que suben claramente las expectativas respecto a la evolución de los hogares, en 3,6 puntos.
Por último, en cuanto a la evolución de las expectativas en relación a los precios, tipos de interés, las posibilidades de ahorro de los hogares y la compra de bienes duraderos, los datos demuestran, en términos mensuales, un pequeño descenso en las expectativas de consumo (0,5 puntos) mientras que aumentan las expectativas de ahorro en 2,3 puntos.
Además, vuelven a crecer hasta 4,7 puntos los temores de inflación. Por otra parte, las expectativas sobre un futuro aumento de los tipos de interés aumentan hasta los 1,7 puntos.