El roscón es un invitado más en nuestro desayuno de Reyes y fiestas navideñas, pero mientras la oferta crece, en muchos casos, su calidad disminuye. Por ello la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha dado cuatro claves fundamentales para que nuestro roscón de Reyes sea el que tiene que ser.
El roscón “original” se inventó en Francia y cumple los siguientes requisitos: masa pesada fermentada y horneada dulce, con sabor a cítricos, decoración con almendras, fruta escarchada y azúcar y sin relleno. Con el paso de los años la variación más importante ha sido la del relleno, que primero fue de nata, con la última incorporación de la trufa.
La primera máxima que el roscón debe cumplir, según la OCU, es que esté hecho con una masa de mantequilla. Normalmente en las pastelerías cumplen estos requisitos pero en los supermercados la sustituyen por aceite de girasol u otros aceites vegetales poco saludables como del de palma, coco o palmiste.
El contenido medio de grasa de un roscón ronda el 12% (sube hasta un 20% si llevan relleno de nata). Una cifra moderada si la comparamos con la de otros dulces. Por ejemplo, un donut contiene un 25% de grasas, al que le gana la ensaimada con un 30%.
La segunda condición que debe cumplir el roscón es que la nata no sea “artificial”. Muchos roscones no tienen un relleno 100% nata, sino un «mix vegetal» con aceites (coco, palmiste, palma), espesantes y texturizantes. Es un recurso que baja el precio del roscón, pero también su calidad.
Una buena apariencia con una decoración auténtica también es un aspecto clave. Es fundamental que se decore antes de meterlo al horno con almendra cruda para que se tueste durante el horneado. Hay un truco para saber si tu roscón fue congelado: la almendra se queda blanda y rancia al descongelarse. La fruta escarchada y el azúcar también son elementos imprescindibles.
Y por último: no pagues de más, porque las diferencias de precio son enormes. Por ejemplo, un roscón con nata en una pastelería tradicional oscila entre 40 y 60 euros el kilo, mientras que en el supermercado se encuentran por menos de 15 euros el kilo.