Las mayores preocupaciones de los asesores financieros en el tercer trimestre de 2016 fueron los desarrollos normativos y acontecimientos políticos, según el último Fidelity Advisor Investment Pulse, una encuesta trimestral realizada por Fidelity Institutional Asset Management. Más del 28% de los asesores encuestados dijeron que temas como la norma fiduciaria del Departamento de Trabajo (DOL) y las –en aquel momento- próximas elecciones generales encabezaban la lista de preocupaciones.
«Los asesores han pasado gran parte de este año evaluando el impacto sobre su modelo de negocio y sus relaciones con los clientes de la norma del DOL. Además, tuvieron que trabajar duro para ayudar a los inversores en un contexto de incertidumbre política», declara Scott E. Couto, presidente de la gestora. «Aunque estos desarrollos pueden ser una fuente de ansiedad, es crítico que los asesores ayuden a los clientes a concentrarse en lo que pueden controlar, asegurándose de que mantienen el rumbo y siguen su plan de inversión a largo plazo».
Junto con la evolución normativa y política, la atención de los asesores hacia los tipos de interés ha ido en aumento en los nueve primeros meses del año. Si estos habían sido históricamente una de las cinco principales preocupaciones para los asesores cada uno de los trimestre, durante más de dos años, en el primer trimestre de este año cayó había caído hasta la séptima posición, pues sólo el 7% de los encuestados lo citó entre las preocupaciones. Sin embargo, cada vez más asesores han puesto sus ojos en la Fed y el número de encuestados que cita el aumento de tipos como una preocupación subió al 11% en el segundo trimestre y a cerca de 14% en el tercer trimestre, pasando a representar la cuarta mayor preocupación.
El mayor seguimiento de los tipos de interés se alinea con las tendencias observadas en la probabilidad implícita de una subida de tipos por parte de la Fed en diciembre, que ha pasado de menos del 10% a finales del segundo trimestre a más del 72% el 25 de octubre. «Sin embargo, como ha demostrado la historia, tratar de adivinar cuándo la Fed subirá los tipos no siempre es el ejercicio más productivo», agrega Couto. «Independientemente de si veremos, y cuando, un aumento de tipos, es importante que los asesores aprovechen la oportunidad para educar a sus clientes sobre el papel de la renta fija en una cartera diversificada».
A pesar de la creciente atención a una potencial subida de tipos, los asesores deben ayudar a sus clientes a prepararse para un entrono en el que las tasas de interés pudieran permanecer bajas durante un largo período de tiempo, especialmente si el crecimiento económico se desacelerara o las presiones inflacionarias se mantuvieran silenciadas. En un escenario así, los clientes podrían necesitar ayuda de los asesores para vadear un entorno de bajos rendimientos.
Además de la evolución normativa y política y de los tipos de interés, que fueron la primera y cuarta preocupación respectivamente, la gestión de la cartera –segunda- , la volatilidad del mercado –tercera- y la búsqueda de rendimientos y beneficios –quinta- completan el Top 5 de preocupaciones.