Tras el bajón de patrimonio asesorado sufrido tanto en 2019 como en 2020, las empresas de asesoramiento financiero españolas remontaron el vuelo el año pasado. De esta forma, a finales de 2021 asesoraban 19.251,2 millones de euros, lo que supone un incremento del 10,5% sobre el patrimonio de finales de 2020 (17.423 millones de euros), según los últimos datos hechos públicos por la CNMV.
Con todo, en los últimos tres años –desde finales de 2018, cuando asesoraban 31.658 millones, hasta finales de 2021-, estas entidades han sufrido una caída del 39% en su patrimonio asesorado. Ello se debe tanto a la disminución del negocio como al hecho de que, a lo largo de 2019 el número de EAFs se redujo considerablemente, pasando de 158 entidades a 140 –debido sobre todo a la conversión de empresas de asesoramiento en agencias de valores o gestoras-, una cifra que se ha mantenido estable en los dos últimos ejercicios.
«Las nuevas entidades son más pequeñas que las que se transforman en agencias o en sociedades gestoras. Así, aunque el número de entidades se ha mantenido más o menos estable, el patrimonio ha caído en los últimos años», explica David Gassó, responsable del grupo del Consejo General de Economistas dedicado a las EAFs, como motivo adicional que explica las cifras. Pero podría haber nuevas entidades en el futuro que impulsaran de nuevo el patrimonio: «Cabe destacar que hubo un parón mientras se dilucidaba la transposición en solvencia y los requisitos de capital o sus excepciones. Ahora que está todo claro, se ha retomado la entrada de nuevos proyectos de EAF«, asegura el experto.
Ya en 2021 los datos fueron al alza. “2021 fue un año bueno para los mercados y este hecho animó a los inversores a volver a confiar sus ahorros a los asesores financieros, de ahí el aumento del volumen», comenta Fernando Ibáñez, presidente de Aseafi, que defiende la figura también ahora en un entorno más incierto: «En estos momentos, vuelve a ser clave la figura del asesor financiero, ya que la actual situación geopolítica ha generado una gran incertidumbre y es necesario contar con un profesional alineado con tus intereses”.
Recuperación de los ingresos
Las entidades de asesoramiento también recuperaron en 2021 parte del terreno perdido durante un año antes en cuanto a ingresos y comisiones. Según los últimos datos de la CNMV, los ingresos por comisiones crecieron un 22,73% el año pasado, hasta superar los 56 millones de euros, un dato en línea con el de finales de 2019, y lejos de los cerca de 46 millones de finales de 2020. Y un dato consecuencia del mayor volumen asesorado, destacan desde Aseafi.
La mayoría de esos ingresos son comisiones percibidas, más de 55,6 millones de euros, de las que una quinta parte son retrocesiones percibidas de otras entidades (10,35 millones de euros). De hecho, los datos muestran cómo las EAFs han elevado sus ingresos por retrocesiones de terceras entidades en un 34,37% en 2021, y de hecho, registran la cifra más alta en tres años, en niveles que superan los de finales del año 2018 (9,85 millones).
A principios de ese año entró en vigor MiFID II, lo que muestra que las retrocesiones actuales se estarían acercando a las que había en el momento de implantación de la normativa: en concreto, a finales de 2017, según datos de la CNMV, los ingresos por retrocesiones de otras entidades se situaban en torno a 11,8 millones de euros. El dato actual está 1,5 millones por debajo de esos niveles.
Esto podría llevar a pensar que las EAFs están apostando por un modelo de asesoramiento no independiente, al cobrar no solo por el servicio prestado y de forma explícita y directa al cliente, sino también vía retrocesiones. Pero no está claro que así sea: Gassó matiza que estos datos de ingresos por retrocesiones pueden llevar a confusión, pues la CNMV no informa de si se trata de ingresos brutos antes de las devoluciones a clientes o de retrocesiones netas. «Si el dato es de ingresos brutos por retrocesiones, incluirían tanto el asesoramiento independiente como el no independiente. En el primero, se devuelven todas al cliente. Sería bueno si la CNMV lo precisara en sus estadísticas», explica.
Con todo, desde el sector tienen claro que, más aún en momentos complejos de mercado, las dificultades de cobrar de forma directa, explícita y única al cliente están sobre la mesa. «El modelo predominante en el sector es aún de asesoramiento no independiente, es un modelo de cobro de retrocesiones, algo que todavía potencian las gestoras de fondos y los actores financieros», destaca el presidente de Aseafi.
Más allá de los ingresos por retrocesiones de otras entidades, la partida mayoritaria de los ingresos de las EAFs (44,72 millones) son comisiones pagadas por los clientes, por servicios de asesoramiento financiero o asesoramiento a empresas sobre estructura de capital, fusiones o adquisiciones, o elaboraciones de informes de inversiones y análisis (ver cuadro). Las comisiones directas de clientes crecieron casi un 20% el año pasado, aunque aún no han recuperado niveles de finales de 2019.
Más clientes
A pesar de la caída de negocio en los últimos tres años, las EAFs lograron incrementar su número de clientes, casi de forma constante –con la excepción del año 2019, en parte debido a la reducción del número de EAFs-, a lo largo de los tres últimos años. Así, el número de clientes con servicios de asesoramiento asciende a 9.319 en la actualidad, lo que supone un crecimiento del 28,29% en 2021, y de casi el 45% en los dos últimos años.
Aunque la partida de “otros clientes”, destinada fundamentalmente al asesoramiento a IICs se ha reducido a cero, los clientes minoristas crecen casi un 30% en el último año –y más de un 48% en tres años-, mientras los profesionales suben un 11,5% en 2021 –si bien su número es más estable y está por debajo del de finales de 2018-. Estos datos consolidan a las EAFs como entidades hacia las que los clientes minoristas acuden cada vez con más fuerza.
De hecho, el patrimonio asesorado para clientes minoristas crece más de un 28% en 2021 –hasta los 8.846 millones de euros-, mientras el asesorado para profesionales se mantiene estable, con una ligera caída del 1% en el último año –hasta los 10.404 millones de euros-.